El futuro del uso masivo de la tecnología no está en las computadoras ni en las tabletas. Sin duda alguna, los celulares “inteligentes” nos cambiarán de nuevo la vida y poco a poco, tal vez con mucha calma, le diremos adiós al típico “CPU” o computadora y, claro, también a la portátil que hoy en día tanto usamos. Lo he venido pensando y comentando desde mediados del año pasado y muchos me dicen que básicamente estoy “loco”.
Eso sí no lo sé a ciencia cierta, pero de lo que estoy seguro es que toda la acción, lanzamientos y movimientos en la industria tienen que ver con: a) internet (portales, servicios, etc.), b) celulares inteligentes (cada día más poderosos) y c) aplicaciones (donde todos pueden competir, no sólo los titanes de siempre).
La semana pasada terminó la edición 2011 de un congreso de telefonía celular y telecomunicaciones que al principio se llamó GSM World, luego 3GSM y finalmente Mobile World Congress dónde este año fueron los directores generales de América Móvil, AT&T, China Mobile, Cisco, Ericsson, Google, HTC, Intel, Microsoft, Nokia, NTT DoCoMo, Qualcomm, BlackBerry, Telefónica, Twitter y Yahoo entre otros. Sigue todavía Apple no dando su brazo a torcer y parece que no le afecta. Ya llegará el día en que tenga que acudir a este tipo de eventos, ¿no?
Dentro de los múltiples anuncios que se hicieron destaca, por supuesto, el de Nokia. Con una importante baja en ventas y resultados menores a los esperados en todos sentidos, la firma toma la decisión de abandonar Symbian y firmar un amplio acuerdo (y contrato) con Microsoft para vender su línea de teléfonos de gama alta con Windows Phone 7. Noticia por demás controversial, el gigante de los celulares por fin acepta que estaba sosteniendo una plataforma que ya no daba más y en lugar de irse por Android, código abierto y otras características, se va con la empresa más grande de software para escritorio, que no de celulares. Demasiado pronto para predecir cualquier tipo de éxito o fracaso.
Del lado del hardware en realidad no hubo nada extraordinario. Decenas de nuevos modelos de celulares, tabletas al por mayor y otros accesorios fueron presentados por casi todas las firmas que los fabrican. Donde realmente estará la batalla será del lado de las aplicaciones, ya que no hay una empresa dominante (todavía) y si la predicción de que nuestro celular es la computadora del futuro, la labor por desarrollar apenas si comienza.
¿Por qué? Imaginemos por un momento que la mayoría de la información se encuentra en lo que se conoce como “la nube”, es decir, algunos servidores de Internet. Las “computadoras” como tales son usadas sólo por un bajo porcentaje de personas, quienes realmente producen contenido. Todos los demás necesitaremos nuevo software. Desde el procesador de textos hasta la aplicación de negocios más compleja, el mercado está totalmente libre para quien decida atacarlo de forma frontal. Así, en esta feria se presentó un pabellón llamado “App Planet” donde estuvieron presentes la mayoría de las firmas involucradas.
El negocio en el futuro estará en varios rubros, como mencioné. Fabricación y venta de celulares con algún sistema operativo, en donde no se ven nuevos jugadores de gran tamaño y los que están, seguirán peleando por el mercado: Nokia, Apple, Motorola, Sony Ericsson, Samsung, LG, etc. No hay lugar para nadie nuevo. El siguiente segmento donde estará el negocio es en los proveedores de servicios de celular. Por país o región están los muy grandes y los grandes. No habrá -seguramente- otros operadores que ingresen desde cero al mercado.
Por último, queda la demasiado amplia plataforma de desarrollo de aplicaciones. Pareciera que ya está todo programado, pero no. Hacen falta miles y miles de títulos que satisfagan las necesidades de igual número de clientes. Desde la sencilla aplicación hasta lo más sofisticado. Ahí vaya que hay espacio para nuevos jugadores y es en donde quisiera ver muchas empresas mexicanas creándolas y ganando cerros de dinero. ¿Lo lograremos? Eso está por verse. Parece que no pasó nada en Barcelona, pero en realidad, pasaron muchas cosas.