¿Qué sería de nosotros si no existiera la televisión? Bueno, quizá estamos dramatizando y podríamos estar haciendo muchas otras cosas sin dicha tecnología, pero, en la actualidad, ocupa un gran porcentaje de usuarios que la utilizan.
Con el paso del tiempo, las pantallas han evolucionado en gran medida, utilizando y empleando nuevas tecnologías para que la calidad de imagen pueda ser lo más realista posible.
Sin embargo, el uso que le damos a nuestros dispositivos, así como el tiempo que llevamos con ellos, podrían ser factores a considerar para evitar fallas que, en un inicio, no estaban previstas.
Efecto burn-in, un ejemplo de desgaste
Un claro ejemplo del desgaste en nuestros dispositivos es el efecto burn-in, una decoloración de una zona en específico de la pantalla que, hasta ahora, suele darse más en pantallas con tecnología OLED, cuyo funcionamiento radica en estar formada por una película de componentes orgánicos que reaccionan a una determinada estimulación eléctrica, generando y emitiendo luz por sí mismos.
De ese modo, el efecto burn-in podría generar que aparezcan manchas en el display de imágenes que estuvieron estáticas durante un rato, así que son visibles como una marca en el fondo.
La razón de este horrible efecto que arruina la calidad visual de las pantallas de nuestros dispositivos, se debe a que los componentes orgánicos emisores de luz se queman con el uso prolongado.
La tecnología OLED, al no necesitar luz de fondo, provoca que los pixeles se atenúen lentamente, pero el efecto burn-in se presenta justo cuando hay un desgaste desigual de pixeles, así que si una imagen se ve durante mucho tiempo con un contraste notable de color, es muy probable que comiencen a verse manchas en la pantalla del dispositivo en cuestión.
¿Cómo evitar el efecto burn-in?
Hay muchas pruebas que puedas hacer antes de adquirir un smartphone o una televisión para corroborar que no tendrá problema alguno con el efecto burn-in.
Otra alternativa a este problema podría ser la tecnología QLED; es decir, una pantalla de puntos cuánticos semiconductores que requieren de una fuente de iluminación externa.
Las pantallas QLED prometen entre 1500 y 2000 nits, una variación de brillo superior al tope de 800 nits que ofrecen las pantallas OLED.
Samsung, por ejemplo, cuenta con televisiones QLED que fueron certificadas como libres de burn-in tras haber sido probadas y no dejar rastros de manchas.
Puedes conocer la Samsung TV 8K QLED en el siguiente video:
LG también está empleando grandes esfuerzos en brindar tecnología innovadora a través de sus pantallas y un claro ejemplo de ello es NanoCell, que trabaja como purificador de color haciendo que estos se vean más nítidos y precisos, aunque sus pantallas continúen siendo OLED, la tecnología NanoCell evita un poco más el efecto burn-in.
Puedes ver algunos modelos que integran tecnología NanoCell a continuación:
El objetivo de LG, al igual que el de Samsung, es mejorar la calidad de imagen de los paneles LED tradicionales.
Nadie quiere pagar tanto por un dispositivo que, eventualmente, terminará desgastándose. Por ello, lo más recomendable será que compruebes si tu televisión podría presentar el efecto burn-in… ¡No arruines tu experiencia!
Ahora bien, si ya quieres cambiar tu televisión, pero no necesariamente una quieres una Samsung QLED, siempre está la opción de hacerlo por un precio bajo a cambio de gran calidad. Te mostramos estas opciones para que elijas la pantalla que más se ajuste a tus intereses y necesidades.