Internet define prácticamente todo ámbito de nuestras vidas. Trabajo, estudio, entretenimiento, actualidad y comunicación se rigen bajo el flujo de información en la web.
La existencia y los alcances de Internet eran imposibles de predecir, y por ello sucede que al ver algunas películas del pasado no se puede no pensar en lo fácil que se habrían resuelto si la web hubiese aparecido en ellas. Hablamos de películas como:
1. Terminator (1984)
La trama de esta obra maestra de la ciencia ficción gira en torno a un cyborg asesino que llega del futuro para liquidar a Sarah Connor, cuyo hijo, que ni siquiera ha sido concebido, será el líder de la resistencia humana en la guerra contra las máquinas.
Cuando el Terminator llega a 1984, su método para encontrar a Sarah es buscándola en el directorio telefónico y por eso mata a otras dos mujeres homónimas antes de dar con la que es su objetivo, pero para entonces ella sabe que hay alguien allá afuera liquidando chicas con el mismo nombre y ya está bajo protección policíaca.
Si Internet hubiese existido en la trama, solo bastaba con que el Terminator buscara rápido en redes sociales para enterarse de santo y seña de la Sarah Connor por la que iba, sin necesidad de haber asesinado a otras mujeres que ni vela en el entierro tenían.
2. Psicosis (1960)
En esta cinta de Alfred Hitchcock que para muchos es la precursora del cine slasher, una mujer roba una fuerte suma de dinero y huye a otro estado para encontrarse con su novio y casarse. En el camino, la lluvia la orilla a quedarse en un motel en el que es asesinada a puñaladas mientras se baña.
Si Internet hubiese existido en la trama, la mujer habría checado la reputación del motel en plataformas como TripAdvisor y, al ver la baja calificación que seguramente tendría (gerente sospechoso que habla con una madre que nunca está a la vista, casona lúgubre a metros de distancia, animales disecados, etc.), habría optado por un Airbnb.
3. Máxima velocidad (1993)
Es una de las mejores películas de acción de los 90 y su argumento se centra en un camión de pasajeros que tiene instalada una bomba que detonará en el momento en que la velocidad baje de las 80 millas por hora.
Keanu Reeves hace hasta lo imposible con tal de abordar el autobús en movimiento, en más de una ocasión (!), para acompañar a los pasajeros y ponerlos a salvo.
Si Internet hubiese existido en la trama, un camión a alta velocidad hubiese sido trending topic, todo mundo tuitearía al respecto, los pasajeros consultarían en la web que podrían hacer, la policía estaría en contacto con ellos vía un chat grupal en WhatsApp y Keanu Reeves no se hubiese expuesto tantas veces a perder la vida.