Una de las noticias que más han generado conversación en esta semana, es que Netflix hizo oficial su intención por tomar acción en contra de que los usuarios compartan los accesos a la plataforma fuera de un mismo domicilio.
El martes, se informó que la compañía de Los Gatos, California comenzará a cobrar un importe extra al que pagan por su paquete adquirido, a aquellos usuarios que compartan sus usuarios y password fuera de sus “casas”.
De inicio, la fase beta de este programa comenzará en Chile, Costa Rica y Perú, con una penalización de 3 y 2 dólares (aproximadamente), respectivamente; o sea, entre 41 y 61 pesos más. Si esto se expande, ciertamente habrá usuarios que lo absorban, pero también habrá quién lo rechace. Esto hace que sirga la pregunta, ¿es una buena decisión o un error?
¿El usuario lo aceptará?
Aunque es fase de prueba, por el momento solo en tres países de Latinoamérica, la noticia ya ha dado la vuelta al mundo y las personas ya se cuestionan cuánto les va a costar en caso de que llegue esta medida a sus países.
Si bien, Netflix prohíbe técnicamente a sus suscriptores compartir cuentas «con personas ajenas a su hogar», la compañía no había explorando formas (enérgicas) para hacer cumplir esta normativa de su servicio.
Lo anterior, básicamente por dos razones. La primera proviene desde su propia cabeza, en su momento su CEO Reed Hastings llegó a dar su visto bueno para que esto sucediera. La segunda, es una perspectiva desde el usuario: cuando contratas el servicio, uno de sus valores agregados es que puedes acceder a él desde cualquier parte (de tu país), en el momento y dispositivo que se quiera.
Es decir, si pagas tu suscripción básica, sólo puedes accesar a Netflix desde una pantalla, por lo tanto no puede haber más de un usuario conectado simultáneamente; si tienes el Estándar, hasta dos pantallas, por lo tanto, no más de dos lugares a la vez; y si tienes el Premium, hasta cuatro. Esto quiere decir que sea en un solo “hogar”, o en otro sitio, el suscriptor no está infringiendo las reglas, al menos no de manera flagrante.
Pero, si Netflix imprime una sanción económica al usuario que comparta su cuenta, puede correr el riesgo de perder suscriptores, debido a que es una forma de incrementar el costo, intentando forzar a las personas a desistir de esta práctica para contratar el servicio por más usuarios.
Caso México
Como en varios países, en México los suscritores ya han recibido ajustes en sus planes, es decir, pagan más por el mismo servicio. La respuesta es que el aumento corresponde a que la compañía requiere más recursos para invertir en más (“y mejores”) producciones.
Pero, los usuarios también han absorbido el impacto del impuesto a plataformas digital en México. Si se suma un cargo más a estos suscriptores (alrededor de 17.6 millones, según datos de Kantar), más de uno considerará dejar de pagar un servicio para quedarse con su segundo o tercer servicio, incluso dejar Netflix para migrar a otra plataforma como Amazon Prime Video, HBO Max o Disney+ que, en general ofrecen precios más competitivos por un catálogo de contenidos considerable.
Actualmente los precios de Netflix en México son de 139 por el Plan Básico (1 pantalla); 219 por Plan Estándar (hasta dos pantallas y HD); y 299 pesos Plan Premium (hasta 4 pantallas y UHD), si agregamos el costo extra por la sanción de compartir cuenta, ascenderían a 180 (o 161) pesos, 260 (o 280) pesos, y 340 (o 360) pesos, respectivamente. Básicamente el doble o triple de sus rivales con beneficios similares.
¿Por qué Netflix hace eso?
El argumento en la superficie es que la plataforma de streaming busca poner limitar o detener a aquellos perfiles que “no pagan” por su suscripción, y que disfrutan de sus contenidos desde otro domicilio diferente al que está vinculado la cuenta “original” o del titular que paga la factura.
Sin embargo, hay más detrás de este movimiento de Netflix. Realmente no es nuevo que los usuarios compartan cuentas con amigos y familiares, dando acceso a la aplicación desde otros dispositivos fuera del “domicilio” del titular. Hasta ahora, la plataforma había sido hasta cierto punto laxa, pero todo indica que ahora cambiará… justo en tiempos que el crecimiento del mercado streaming se desacelera, y crece la presión de la competencia.
“Reconocemos que las personas tienen muchas opciones de entretenimiento, por lo que queremos asegurarnos de que cualquier nueva característica sea flexible y útil para los miembros, cuyas suscripciones financian toda nuestra gran televisión y películas”, dice Netflix en una publicación en su página web.
Ciertamente la compañía viene un incumplimiento con las estimaciones de los analistas en cuanto a suma de nuevos suscriptores y de un pronóstico reservado para este año, reconociendo una desaceleración, lo que la obliga a ser más creativa sobre cómo obtener recursos, su única o principal fuente son los suscritores, a diferencia de sus rivales que pertenecen a compañías más grandes con diversas divisiones de negocio, lo que la deja en desventaja.
En ese sentido, el cobro de sanción por compartir cuenta puede ser una forma de incrementar ingresos y suscriptores, desde el punto de vista de Richard Greenfield de LightShed Partners entrevistado por The Verge, pero también advierte que puede ser una represión que puede alejar a los usuarios.
En resumen, no es malo que Netflix busque mayor rentabilidad, de hecho otras plataformas buscan lo mismo, incluso el bloquear compartir contraseñas. Y, por su puesto que han analizado el panorama sobre si es factible o no, por algo realizan pruebas. La duda estará, en si deciden ampliar este programa o no.