Los cassettes venían con versiones de 60, 90 y 120 minutos y al recordarlos, las grabaciones estaban llenas de estática y ruido. Algo muy molesto era cuando al darles rewind o forward, la cinta se quedaba atorada o se enredaba, entonces había que sacar el cassette y arreglarlo con una pieza clave de tecnología… un lápiz que funcionaba un poco como un desarmador.
La época en la que el cassette tomó fuerza y se volvió más popular fue en los ochenta cuando Sony comenzó a vender su reproductor de cassettes portátil, el Walkman. Además, los reproductores de cassettes en los autos comenzaron a volverse algo que ya venía incluido con la máquina y por eso, los vinilos rápidamente fueron reemplazados por el cassette en las casas, autos y ahora hasta mochilas de la gente. Al recordar la aparición del Walkman y del cassette, se puede entender que esos son precisamente los ancestros del iPod y otros reproductores de MP3; el concepto se mantiene, la forma cambia.
Últimamente el vinilo y el cassette han regresado al mercado y aunque son cotizados y difíciles de encontrar, muchos fans de la música buscan el material de sus artistas favoritos en estos viejos formatos. Es importante mirar hacia el pasado con estos 50 años desde la aparición del cassette para darse cuenta de su importancia con respecto a los dispositivos y tecnologías que tenemos ahora. Puede ser que el cassette ya no sea tan eficiente, pero sin ese concepto, tal vez no existirían objetos como el iPod y los discos externos de almacenamiento. ¿Todavía guardan sus cassettes? ¿Cuáles son sus favoritos?
Referencia: Philips