Recuerdo que conocí el concepto de Google TV cuando lo lanzaron en el 2010. Interesante y arriesgado, al ser presentado como una “plataforma” en realidad tuvieron que aliarse con otras firmas, en este caso con Intel, Sony y Logitech. En varias ocasiones vi la demo que había en la exposición y no acabé de comprender bien su propuesta en términos de innovación, pero sin duda parecía algo importante, “Google entra al mercado de la televisión” y en general el comentario era que usando la plataforma, podías buscar y disfrutar cualquier tipo de contenido directamente en la pantalla … de tu tele.

Pasó el tiempo y ¡no pasó nada! A pesar de estar en su tercera generación, o el servicio es muy revolucionario o nadie le ha hecho caso. En México la firma Sony lanzó al mercado un “Google TV” (es decir, el adaptador para conectarlo a la tele) y no sé cuántos hayan vendido en realidad. Me imagino que no grandes cantidades.

Un poco más adelante, en junio del 2012 durante la conferencia “I/O” que llevan a cabo en San Francisco todos los años, a los miles de asistentes la firma nos obsequió un producto llamado “Nexus Q”. Con un diseño impecable y hardware de excelente calidad, el producto es un “media streaming” o queriendo traducirlo al español, es como un AppleTV. Algunas de las diferencias principales es que en su lanzamiento sólo permitía mostrar contenido de la tienda Google Play, con lo que dejó fuera populares servicios como Netflix. Entonces, la prensa y en general todos los comentarios fueron negativos frente a tan arriesgado producto que no duró mucho tiempo en los reflectores. Hasta había varias bromas que mencionaban que sólo “Sergey y Larry” tienen uno en sus casas y eso para hacer las demos correspondientes. El precio rondaba en los 300 dólares. Hasta aquí, dos intentos de Google por “conquistar” la televisión de casa. Ambos no han tenido eco ni comercial ni tecnológico.

Hay que recordar que Google no hace dinero de las búsquedas que hacemos millones de personas todos los días. También hay que tener en mente que Google gana dinero –y bastante- mostrando anuncios a los que buscamos. Los ingresos en el 2012 fueron 51,750 millones de dólares. Para darnos una idea de esa cifra, con una simple división encontramos que son unos 141 millones de dólares … diario. Y para verlo más dramático, la firma ingresó a sus arcas 5.9 millones de dólares cada hora durante el año pasado. Ojo, estos son ingresos o ventas y no ganancias o utilidades.

De cualquier forma, los números son impresionantes y es claro que el mercado de las televisiones –es decir, poder mostrar anuncios en las televisiones y poder cobrar a las empresas por eso- es demasiado importante y masivo en cualquier lugar del mundo. Así es que hace unos días, Google presenta la tercera apuesta para ingresar a ese mercado, a través del “Chromecast”.

¿Qué es? Un adaptador HDMI que tiene transmisores WiFi y permiten hacer “stream” o enviar contenido desde algunos dispositivos. Obviamente desde cualquier teléfono que use Android y computadoras con el navegador Chrome, pero también se colaron al exclusivo y reservado mundo de Apple a través de la versión para iOS del navegador. Quisimos comprar uno y están agotados, así es que no hemos podido reseñarlo, pero la verdad, no creo que tenga mucha ciencia utilizarlo. Se conecta y se disfruta (por cierto, requiere energía a través de un cable USB y ooooootro adaptador que va a la corriente).

¿Posibilidades de éxito para los geeks? Muy altas. El costo de sólo 35 dólares (aquí lo vi en una página de esas de remates en 1,600 pesos, por favor, no lo compres a ese precio, es un asalto a byte armado). ¿Posibilidades de éxito para invadir el mercado global de las televisiones? De limitado a moderado.

Si Google logra un acuerdo para que todas las televisiones del “mundo mundial” incluyan dentro del hardware esta tecnología, entonces creo que AppleTV y otros tendrían serios problemas. Pero hasta que eso no pase, seguirá siendo un accesorio que la gente –común y corriente- tiene que, primero, acordarse que existe, después comprar y, además, tiene que operar a través de un tercer elemento como la computadora o el celular (o tableta).

Sin duda los 35 dólares lo colocan en el apartado de “mmm, lo compro, aunque no lo use mucho” pero estoy seguro que no fue diseñado ni lanzarlo para conectarlo y no usarlo. ¿O sí? Por eso digo que todo está en el aire y tal vez la tercera sea la vencida para el gigante de los anuncios y las búsquedas en Internet. Espero tus comentarios.