Hace unos días tuve la oportunidad de ir a comer a casa, entre semana, y cuando llegué estaba un amigo que había invitado Matukito. Los saludé, comenzamos a comer y… ¿cómo de qué platicamos? Entonces lancé yo la primera frase “¿Y ya vieron el iOS 7 beta?”, digo, para tener algún tema en común, a lo que el amigo comentó rápidamente “Sí, claro, está bien chafa, le copiaron a otros”.
De inmediato pensé “esto se va a poner bueno”. Entonces, seguí preguntando “¿Pero sí le copiaron?”… “Claro, está chafísima” … y luego le dije “es cosa de costumbre, vas a ver, con el tiempo todos lo van a ver como normal”. Y sí, en verdad eso es lo que pienso de la última versión del operativo. Así es que seguimos comiendo y por alguna razón llegamos al asunto del espacio de almacenamiento, me decía “¿Sabes que ya hay un iPad de 128GB?” Y yo, “ah, sí, la vi el otro día”. Hablábamos de si era mucho o poco y cuántas canciones cabían, etc. etc.
De repente soltó una de las mejores frases de la tarde “No, pero ya Apple sacó una iMac con un tera o algo así, ¡eso es lo más grande que hay!”. Y es en dónde surgió la idea de escribir esta columna. Para el amigo de Matukito, por lo que pude darme cuenta, computadora, celular, tableta y demás es equivalente a Apple. Igual y en su casa es lo que usan y está acostumbrado, pero asociar “cómputo” con “Apple” es sin duda la culminación de años y años (y millones de dólares) de publicidad, junto con buenos productos y servicios.
Quería llevármelos a la tienda para mostrarles un disco duro externo de 2TB y decirles “A ver, chamacos, no todo en la vida es Apple, miren, aquí hay un simple disco de 2TB que no inventó Apple y muchas de las computadoras que están aquí tienen esa capacidad o más”, pero decidí que no tenía mucho sentido ya que simplemente pensarían “Este cuate está loco”.
Y entendiendo la influencia de esa firma dentro del mercado, ¿qué pasa con los que no quieren o no pueden adquirir sus productos? Sé de fuentes confiables y cercanas que por el momento, el gadget del deseo entre los chavos de 12 o 13 años en adelante es un iPhone 5. Algunos padres los compran, pero la inmensa mayoría no, además de que es un producto frágil para un usuario de esas edades, el costo es muy elevado (unos 1,000 dólares) y si son varios hijos, pues hagan sus multiplicaciones… eso, más el plan celular, que para sacarle jugo, debe estar costando unos 800 pesos al mes.
Así es que, ¿qué hace la “generación Apple” ante la ausencia de sus productos? Varias cosas. La primera, usar los que hay disponibles en casa, ya sea de los padres o de un hermano mayor. La segunda, ahorrar todo lo que puedan o convencer a sus progenitores o parientes cercanos y lejanos, que un iPod Touch es la neta del planeta y ellos “deben” tener uno de 32GB por lo menos. Ya con eso deben sentir que “casi casi” tienen un iPhone. Mientras tanto, a esperar a que crezcan y, por supuesto, a esperar a ver cómo les va en la vida laboral. Cuando lleguen a su primer trabajo formal y les digan “Esta es tu computadora con Windows” seguramente se les complicará un poco.
¿Conoces, convives o tienes relación con integrantes de lo que llamo la generación Apple? Espero tus comentarios.