Hace unos cuatro años, la pregunta era ¿qué estás haciendo?. Twitter era un nuevo servicio que nadie le hacía caso. Nos preguntábamos, ¿para qué diablos alguien va a querer saber qué estás haciendo? Recuerdo esa precisa emisión de Dommo, el programa que conducía junto con Ricardo Zamora por W Radio, en el 2007. Twitter era nuevo y teníamos apenas poca información “Ricardo, mira, este nuevo servicio en dónde hay que escribir qué estás haciendo, ¿cómo lo ves?”.
La moda era “¿qué estás haciendo?” pero parece que eso ya no es novedad y ahora el asunto es “¿dónde estás?”. Pareciera una cuestión muy simple, es decir, indicar en dónde estás no tendría mayor significado, a menos de que le metamos el ingrediente de moda, es decir, de “red social”.
Hace poco fui invitado a dar una charla sobre servicios de geo-localización en un seminario organizado por NetMedia (empresa de mi colega Mónica Mistretta) y con mucho gusto y pasión me dediqué a platicar sobre “Foursquare”, el nuevo servicio que viene de alguna forma a complementar a Twitter y a Facebook.
Fundado por Dennis Crowley y Naveen Selvaduari en el 2009, el servicio tipo “red social” permite registrarse, invitar amigos y con base en la localización física del usuario, realizar diversas actividades. Crowley primero fundó un sistema similar llamado “Dodgeball” que compró Google en el 2005 para cerrarlo y crear Google Lattitude. Después de esto, dejó la empresa y creó Foursquare.
Pero, exactamente, ¿cómo funciona? Después de registrarse en el sitio, los usuarios siguen su “vida normal” y cada que llegan a un lugar, hacen un “checkin” o registro de dónde se encuentran. Ayudados por sus teléfonos inteligentes y el GPS que tienen incluido, el sistema hace una búsqueda inmediata de los “lugares” que previamente se han registrado de acuerdo a las coordenadas y ofrece las opciones. Por ejemplo, hace unos días viajé desde el Aeropuerto de la Ciudad de México y al llegar a la T2 hice un “checkin”. Todo lo que tuve que hacer fue abrir la aplicación y de inmediato me mostró las opciones que estaban “cerca” de mi ubicación.
Haciendo un checkin es como se comienza a “construir” la red social. Automáticamente registra en dónde estoy y opcionalmente puede avisar a mis amigos dentro de Foursquare, Twitter o Facebook. Así, el sistema tiene una estrecha relación con las demás redes sociales.
La persona que más días se registre en el mismo lugar en los 30 siguientes, recibe el título de “Mayor” que en inglés quiere decir algo así como “Alcalde”. De todos los puntos registrados dentro de Foursquare, hay un “Mayor” para cada uno de ellos y parte de la competencia entre usuarios es precisamente, quitarle el lugar al “mayor” actual.
Ahora, ¿para qué sirve todo esto? Para nada y para mucho. En primera instancia es una moda tipo Twitter que en un principio nos preguntábamos “¿a quién le importa que estoy haciendo?”. Ahora la pregunta es “¿a quién le importa en dónde estoy?”. Parece que a mucha gente, pues además de los 3 millones de usuarios de Foursquare ha registrado en unos cuantos meses, otras redes del calibre de Facebook ya anunciaron servicios similares (Places, en ese caso).
Entonces, ¿para qué quiero saber que x usuario está en y lugar? Para varios asuntos. Primero, si yo llego al mismo lugar, tendré alguna idea de quién más está. Por ejemplo, cuando vas a un lugar público o, incluso, a una fiesta o a un antro, haciendo el “checkin” sabrás quién más de tus amigos o conocidos están físicamente en el lugar. Ya lo que sigue será una posible interacción física para saludar, pasar un buen rato, etc.
Otra situación con Foursquare es que algunas cadenas comerciales se han aliado con la red social y ofrecen ventajas a los usuarios. Por ejemplo, algunas cafeterías Starbucks dan descuento a los usuarios que hacen “ckeckin” al llegar a sus sucursales y si eres el “Mayor” recibes bebidas gratis y un trato especial. Esto tal vez para ti no signifique gran cosa, pero es un avance importante en cuanto a mercadotecnia. Lo que puede seguir es que por hacer checkin en otro tipo de establecimiento, recibas jugosos descuentos, productos gratis, etc.
Pero todo esto está por verse y comprobarse. La red es muy nueva y se involucran aspectos de privacidad y, sobre todo en México, de seguridad. Aunque es muy claro el servicio con sus “políticas de privacidad”, donde el usuario selecciona qué quiere decir y en dónde, como casi nadie lee estos asuntos y simplemente le da “Sí” a todo lo que se pregunta en pantalla, en menos tiempo del esperado, ya estamos avisándole al mundo en qué lugar exactamente nos encontramos. Se puede usar Foursquare en México con moderación, simplemente hay que aplicar primero el sentido común.