El mundo de las criptomonedas está lleno de incertidumbre y para dar certeza a estas cadenas de valor se crearon los tokens no fungibles (NFT) que no son más que certificados que dan validez a la propiedad del dinero digital.
A medida que estos productos aumentan su popularidad, los empresarios se están imaginando una industria que se construye alrededor de las NFT. En su forma más ambiciosa, la visión a veces se denomina un “Disney descentralizado”, es decir, un mundo de crossovers ficticios como Marvel Cinematic Universe, pero donde diferentes personajes y propiedades creativas son propiedad de los fanáticos y no de una compañía en específico.
Algunos de los NFT se han vuelto de colección, se trata de series de edición limitada de avatares y otros elementos únicos generados automáticamente. Los tokens más populares pueden venderse por millones de dólares.
CryptoPunks, el ejemplo más conocido, es un conjunto de 10 mil retratos pixelados; pero muchos se basan en algún tipo de escenario ficticio.
NTF en auge
Incluso ya existe una industria para esta tendencia, “Voguverse”, la combinación del universo ficticio con un libro de contabilidad basado en blockchain que se puede aprovechar como una nueva forma de contar historias.
Andrew Trackzy, fundador de Vogu, ve este auge como un bloque de construcción potencial para la próxima propiedad intelectual de los grandes medios, al igual que Star Wars o Pokémon.
NTF, el siguiente paso
Sin embargo, los NFT tienen algunas diferencias cruciales con las figuras de acción, más allá de ser complicados para que los niños jueguen. Por un lado, muchos compradores buscan una inversión de rápido crecimiento en lugar de una obra de arte o un juguete.
No obstante, debido a que cada avatar es único, los compradores de NTF también pueden forjar una conexión con un personaje genuinamente único; en otros casos se desarrollan historias, que, en caso de que una de ellas explote, puede elevar el perfil de toda una alineación.
De tal modo que esta combinación puede marcar el nacimiento de un nuevo modelo de negocio, es decir, la capacidad de aprovechar la comunidad, poder expandir la propiedad intelectual y crear un universo.