Tener un lector de libros electrónicos parece una buena idea. En lugar de necesitar espacio en la casa para los libros físicos, o de andar cargándolos, en estos dispositivos ahora se pueden tener cientos de libros y ¡no pesan! Además, las pantallas modernas, con eso que llaman “tinta electrónica”, hacen que la lectura tenga casi la misma sensación de leer un libro de papel, sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas. He aquí 10 cuestiones que los libros electrónicos no nos dicen:
1. Si su dispositivo de lectura de libros electrónicos falla y decide cambiarlo por otro (de otra marca, por ejemplo), probablemente no podrá transferir sus libros fácilmente, si es que halla alguna manera de hacerlo. Debido a los derechos de autor, a las protecciones del software, mover a otro dispositivo sus libros parece ser algo que simplemente no se puede hacer. De hecho, aunque usted haya comprado los libros electrónicos, no parecen pertenecerle. Como dice David Amerland, un consultor en el negocio editorial: “Lo que compras es el acceso a l libro, no al libro por sí mismo”.
2. Muchas veces lo que se compra es “spam”. Debido a como ha crecido la industria editorial electrónica, se puede conseguir mucha información de poca calidad. Hoy existen sistemas que pueden hacer un “libro electrónico” automáticamente tomando por ejemplo, artículos de wikipedia. Libros electrónicos ilustrados también son fácil de adquirir pero quizás muchos de ellos no tienen arte propio, sino que han recolectado el mismo de muchos sitios web. Así, puede haber muchos libros que son simplemente plagios. La industria editorial desde luego está al tanto de este problema pero no es claro que se hayan tomado medidas para eliminarlo o al menos minimizarlo. Sin embargo, para evitar esto es posible buscar la calidad de los libros en sitios de probada garantía, como Amazon, por ejemplo, o sitios donde se encuentran críticas y reseñas de lo que queremos adquirir.
3. Ofertas y libros gratis. La industria editorial electrónica no necesita de inventarios físicos, por lo que los libros electrónicos pueden tener más flexibilidad de precio. sin embargo, muchas veces ponen ofertas para comprarlos solamente los primeros días desde su salida al mercado y después de eso, el precio sube considerablemente. No obstante esto puede crear distorsiones en el mercado sobre los libros más vendidos, porque muchas veces lo que está pasando es que son ofertas por unos pocos días.
4. Las diferencias de precios entre el e-book y el de papel no son significativas. Los precios de los libros en papel y los electrónicos muchas veces no son muy diferentes. Por jemplo, “Celebrity in dead”, de J.D. Robb, cuesta en su versión e-book 14.99 dólares (en iTunes, Amazon y Barnes & Noble), mientras que la de papel vale 15.92 dólares. es decir 93 centavos más sobre el precio del libro electrónico.
5. Cuidado con sus cuentas en su plan de datos. Muchos lectores bajan libros a sus teléfonos, pero aparte del costo del libro electrónico que compra, está el costo de la descarga, que depende de su proveedor de telefonía. Hay que tener en cuenta esto.
6. Prestar libros ya no es lo que era antes. Antes se podía ir a una biblioteca pública a pedir libros prestados para leerlos. Con los dispositivos lectores electrónicos esto no es tan fácil y a veces imposible. Además, muchos libros no están accesibles en formato electrónico para préstamo. Por ejemplo, la biblioteca pública de Nueva York tiene 24,400 libros electrónicos mientras que físicamente tiene 5.8 millones.
7. Problemas de mercadeo y publicidad. Muchos autores son sus propios editores de libros electrónicos pero quizás por ello no obtienen anuncios ni reseñas de sus obras, pues no están apoyadas por las editoriales. Así que a menos que usted sea Stephen King, piense que publicar de modo electrónico no garantiza un éxito en las ventas.
8. la presencia de los libros electrónicos está matando la industria editorial. Kindles, Nooks e iPads fueron los regalos más populares el año pasado. Por ejemplo, el 29% de los norteamericanos tiene un dispositivo lector de libros electrónicos y el crecimiento fue en diciembre pasado de un 18%. Es claro que esta tendencia está afectando a la industria editorial tradicional y aunque las librerías y bibliotecas no desaparecerán, las nuevas tecnologías le están comiendo el mandado. Cabe decir que en la medida que más gente tenga este tipo de dispositivos, más beneficios podrían conseguirse a los lectores de libros digitales: acceso a wifi gratuito, precios quizás más competitivos, etc. Mientras tanto usted no tiene grandes beneficios reales, por el momento.
9. Los extras los paga usted. Apple anunció a principios de este año planes para hacer libros multimedia (electrónicos). Muchas editoriales planean sus propios títulos con video, sonido y animaciones 3D. Sin embargo, estos costos los absorberán los lectores. Por ejemplo, la novela de Stephen King, 11/22/63 cuesta 14.99 dólares en papel. La versión electrónica, que contiene 13 minutos de un archivo sobre el asesinato de Kennedy (ése es el tema del libro), cuesta 16.99 dólares. Así, se ven más bonitos los libros interactivos, pero el costo lo paga el lector.
10. Los libros electrónicos son como la moda del café. Ir a consumir café a un Starbucks es lo de hoy, pero es claro que es mucho más costoso que lo que debería costar un café. La moda de beber café en este tipo de establecimientos se basa en los medios, en las series como “Friends”, que se reunían en un café de ese estilo y por ende, hay que pagar más. Qien se hace de un Kindle seguramente comprará el doble de lo que compraba en libros en papel. Desde luego, aparte de la moda, si me hago de un lector de libros electrónicos, espero poner más de uno en el aparato, ¿o no?
Fuente: SmartMoney