Tuve la oportunidad de pasar un par de días en el paradisiaco Cancún y me hospedé en un hotel nuevo, claro, aprovechando las tarifas de apertura. Con el inmueble y los servicios todo bien, de hecho, bastante bien. Pero lo que me llamó más la atención –como buen geek– fue el servicio de acceso a Internet.

Seguramente te ha tocado de todo, desde que no hay acceso en las habitaciones hasta los nuevos complejos en Las Vegas, que con tal de atraer más visitantes a sus casinos, regalan un poderoso Internet donde el WiFi llega hasta el mismísimo baño de visitantes (no me preguntes por qué lo pude comprobar).

En esta ocasión, al buscar el acceso WiFi desde el Smartphone me encontré con que el hotspot tenía el número de mi habitación, eso nunca me había tocado. Al querer ingresar simplemente pregunta el número y tu apellido, digamos, lo normal en muchos hoteles y puntos de acceso.

Después de batallar un poco con el sistema de validación, finalmente pude ingresar a navegar a una velocidad razonable, nada que rompiera récords, pero funcionaba bien. En ese momento me apareció un anuncio del hotel donde me invitaba a bajar la aplicación de la cadena, pensé “seguro es como otras, dónde te quieren vender tu siguiente estancia a precios descontados”, pero me llamó la atención que decía “y haga llamadas internacionales”.

¿Llamadas? ¿Internacionales? Entonces, procedí a descargar la app (que por cierto, está disponible en las tres principales plataformas iOS, Android y BlackBerry) y me llevé una grata sorpresa.

Una vez que te firmas o identificas con tu cuenta de Facebook, Twitter o por e-mail, tienes acceso a los típicos servicios de: información del hotel, sus restaurantes, paseos por la zona de Cancún, etc., pero también encontré un botón “Llamar”… y resulta que desde ahí puedes hacer llamadas a cualquier teléfono del mundo, no sé si de forma ilimitada en duración, pero por lo menos probé haciendo un par a la Ciudad de México y aunque se escuchaba un poco cortado, en general funcionó sin novedad. Esto debe usar tecnología de “voz por Internet” seguramente con algún carrier que finalmente conecta la llamada al destino final.

Pero no sólo eso. Se puede programar el teléfono de tu cuarto para que suene en el celular, además de que puedes hacer una lista de “amigos” para que te comuniques rápidamente entre tus nuevos conocidos, también huéspedes del hotel.

En general la aplicación está cumplidora, sin nada que llame mucho la atención, excepto ese asunto de las llamadas. Desde hace años los hoteles me imagino que no facturan ni 10 pesos por concepto de largas distancias, lo que antes de los celulares seguramente era una buena fuente de ingresos, pero como hemos sido testigos, ahora nosotros llevamos cargando nuestra solución de telecomunicaciones y no la contratamos con nadie más.

Un paréntesis: en algunos otros viajes dentro de México, simplemente uso la conexión de Internet de mi celular y me olvido de conectarme a redes de hoteles –que muchas veces son espantosas- y todo resuelto. Lo mismo para llamadas, las haces y recibes desde tu celular.

Pues este hotel con la idea de ofrecer algo más al huésped incluye esta aplicación. ¿Vendrá a revolucionar el mundo de las telecomunicaciones de los turistas? Lo dudo. ¿Será un parte aguas dentro de la industria? También lo dudo. Pero de lo que no tengo ninguna duda es que el pagar por hacer llamadas de larga distancia es un servicio en extinción y desde luego lo que necesitamos siempre es la conexión a Internet para hacer todo lo demás.

¿Qué le falta a la aplicación? Sin duda se me ocurren varias funciones, pero creo que cumple con su objetivo principal y ya veremos en el futuro a ver si no comienza una competencia entre este tipo de servicios para huéspedes en todo el mundo, ya sean hoteles de playa como este o destinos de negocios en ciudades más grandes.

Lo único que me queda claro es que Internet se ha convertido en la nueva energía eléctrica: cuándo no tenemos, simplemente no hacemos nada. ¿O estoy exagerando y en lugar de escribir mejor me bajo a la playa?