Los discos duros parecían estar bien, como la máquina ni siquiera había entrado al BIOS, lo más probable era que el problema no hubiera atacado a los discos (o eso quería creer).
Finalmente, mi hermano y yo hicimos las pruebas correspondientes y llegamos a la conclusión de que la tarjeta madre había pasado a mejor vida. La explicación era que se sobrecalentó, para ello, mi hermano me mostró uno de los ventiladores del gabinete. Estaba duro y no giraba por el polvo acumulado, por lo que tuve que migrar mi información a otra máquina.
Entonces me di cuenta de que tenía que proteger el nuevo equipo para que no le sucediera lo mismo. Una opción era instalar ventiladores más potentes, pero eso no garantizaba que con el tiempo no se acumulara polvo y grasa. La mejor opción era limpiar el gabinete de la PC cada cierto tiempo, lo que requería de una buena memoria o un buen registro. Así que busqué opciones y encontré una aplicación (me la pasó Javier Rivera, el Javo), llamada Core Temp, con un widget para Windows 7 y Windows Vista.
La aplicación no sólo mide la temperatura del CPU, sino de cada núcleo. Está muy bien hecha y hasta hay un SDK para los que les guste programar. Este programa puede configurarse para avisar si la temperatura del procesador excede cierto valor y entonces poder tomar las acciones preventivas correspondientes.
La cuestión es que hay que aprovechar estas herramientas, que además, son gratuitas. Si las utilizan, pueden estar más tranquilos, pues el sistema nos avisará si algo empieza a ponerse caliente, literalmente.