En la actualidad, el cómic goza de una popularidad masiva, gracias a la exposición que tienen sus personajes y aventuras a través de las producciones hollywoodenses de Marvel y DC que tienen ocupadas las salas de cine.
Por extensión, entonces, podríamos pensar que el cómic mexicano goza de una popularidad similar, pero la realidad es que la historieta nacional está en una zona que si bien a veces se antoja no prometedora, sí es reflejo del gran ímpetu que hay en el país por contar historias que se salen del lugar común de héroes en mallas.
Valerio Vega, creador de los cómics mexicanos de ciencia ficción Apocalyptic Girls y Gynoid, nos adelanta que en México, a pesar de que no hay una industria formal, sí hay autores cuyos trabajos no vemos en los puestos de revistas porque todo está abarcado por Marvel, DC y el manga.
Es una situación que a su parecer no es necesariamente negativa, pues a los autores nacionales como él los obliga, si pretenden destacar en la industria, a estar a la altura del contenido estadunidense.
También dice que, a pesar de que hay unos 150 autores activos de cómics en el país, la mayoría ve mermados sus alcances por la falta de disciplina o formalidad, de forma que se vuelve imposible verlos sacando cómics mensualmente al amparo de una editorial de peso.
Es por ello que muchos recurren a la autoedición, esquema que trae aparejadas ventajas como la posibilidad de hacer lo que se quiera, y consecuencias como faltas de ortografía, baja calidad en la impresión o un dibujo cuestionable.
Por otro lado, Eva Cabrera, coescritora y codibujante de la novela gráfica de fantasía Mavi -surgida de una idea original de ella-, ve que en este momento hay más apoyo a la industria del cómic nacional.
Becas, apertura de espacios y eventos que apoyan a los autores, son algunos de los ejemplos que cita para decir que la situación ya no está envuelta en la precariedad de antes.
No omite decir que el cómic goza de una gran popularidad gracias a las películas que llegan a la pantalla grande o a la series que estrenan en las plataformas de streaming, y por ello ve con optimismo el posicionamiento tanto de la historieta mexicana en su generalidad, como el de los artistas que trabajan en historias originales o bajo el esquema editorial mexicano o extranjero.
Eva de hecho tiene un estudio, Boudika Comics, con el que asesora a nuevos talentos, especialmente a mujeres, que quieren incursionar en el cómic.
El cómic mexicano sí existe y tiene historias que se salen de los lugares comunes. Solamente tiene que sacudirse la falta de compromiso para comenzar a tener la proyección que merece.