Este sábado, Steve Jobs cumple dos años de fallecido y qué mejor forma de rendirle tributo que con el lanzamiento de Jobs, la película dirigida por Joshua Michael Stern y protagonizada por Ashton Kutcher que se estrena el día de hoy en nuestro país. ¿Vale la pena verla? Si no quieres saber absolutamente nada de la película sigue navegando en unocero (si sabes de Jobs no hay ningún spoiler).
Hace meses nos enteramos que el actor de That ’70s Show interpretaría al icónico fundador de Apple en una película que hablaría sobre su vida y los inicios de la compañía. Vimos como una cara bonita -con el porte de un modelo de Abercrombie- se transformaría, después de una rigurosa dieta vegetariana, jeans azules, tenis deportivos y playera negra en cuello de tortuga, en el hombre que rompió esquemas. Sí, el actor bajó de peso y acabó en el hospital por eso, adoptó sus modismos, su humor volátil, su perfeccionismo, sus arranques de ira y su labia. Ashton se convirtió en Steve Jobs…o al menos eso quiso creer.
La película inicia en el 2001 durante la presentación del primer iPod, el dispositivo que revolucionaría la industria musical (no te preocupes, no hay spoilers y ya te sabes el final). Si leíste la primera mitad del libro de Walter Isaacson ya tienes la trama pues prácticamente la historia se desenvuelve de una forma casi lineal, con varios huecos y modificaciones: la curiosidad de Jobs por la tipografía, el diseño y las drogas, su abandono hacia la Universidad, sus amigos y su primera hija, Lisa; su viaje a la India, su ambición y oportunismo hacia Wozniak, la competencia con Bill Gates, su destitución de Apple, la creación de Next y el regreso triunfal a la compañía que fundó.
Durante 130 minutos no dejas de pensar que Ashton es Ashton, con todo y dieta de vegetales los zapatos le quedaron muy grandes al actor hollywoodense y qué decir del otro Steve (Wozniak) que no pasa de ser un inseguro osito Teddy -a quien por cierto no le gustó mucho la película-.
En el filme, el espectador no genera empatía con ninguno de los personajes ni se adentra al mundo de Jobs, el ritmo es lento e insípido (y no es justificable la idea del cómo meter tanta información en tan poco tiempo pues ahí tienen El discurso del Rey, por decir un ejemplo biográfico). Jobs es como un domingo en pijama viendo El efecto Mariposa (sí, en la que también sale Kutcher) desde el canal Hallmark.
Esperemos que Sony Pictures le haga justicia a la otra película de Steve Jobs, que hasta ahora es un misterio con dos puntos a favor: el guión estará escrito por Aaron Sorkin (La red social, 2010) y compraron los derechos de la biografía autorizada de Walter Isaacson.
Mi opinión en un tuit: Sin pena ni gloria, así es Jobs; algo que dista de la realidad o al menos de la historia mitificada en torno al personaje que pensó diferente. Por supuesto, en gustos se rompen géneros así que espero tus comentarios cuando la veas.
https://www.youtube.com/watch?v=LR6yMl2FZSQ