Encontrándonos a 11 años del arranque del Marvel Cinematic Universe (MCU), y después de varias cintas que lo han revitalizado gracias al uso de elementos de distintos géneros cinematográficos que ayudan a expandir su enfoque y alcance, podría asumirse que la saga está en un punto donde ya nada puede fallar.
Por ello, la cinta en solitario de Capitana Marvel -la vigésima primera del MCU, pero la primera que es protagonizada por una mujer- se antojaba como un tiro certero, consecuencia de la experiencia reunida por Disney con la veintena de filmes que preceden.
Sin embargo, estamos no solo ante una cinta genérica que solo exhibe la colosal falta de entusiasmo de sus realizadores y actriz principal, sino también ante una de las peores entradas de todo el MCU.
Corre el año 1995. Vers (Brie Larson) es una guerrera Kree (raza extraterrestre de altos avances tecnológicos) que constantemente tiene sueños que le sugieren la existencia de una vida pasada que ya no recuerda.
Después de una emboscada durante una misión de rescate, Vers llega a la Tierra y tiene contacto con el agente de S.H.I.E.L.D. Nick Fury (Samuel L. Jackson) y con varios Skrulls (extraterrestres que cambian de apariencia), y paulatinamente recuperará la memoria, se reencontrará con su verdadera identidad, aprenderá a usar los poderes que obtuvo años atrás y encontrará un nuevo propósito para su existencia.
Capitana Marvel es una película cuya falta de inspiración es perceptible apenas transcurridos los primeros minutos de metraje, de forma que mientras avanza va dejando claro que su interés es solo ser la justificante para incluir al personaje titular en Avengers: Endgame, y no contar una buena historia contenida en sí misma.
Es un filme hecho con la fórmula -al pie de la letra- de una cinta de orígenes de superhéroe, y ni así es capaz de sacarle provecho a lo ya probado, de proponer giros -sean estéticos o narrativos- encaminados a retener la atención del espectador.
Esta es una cinta cuya falta de propuesta y de calidad general en pleno 2019 espanta. Su CGI parece traído de la década pasada, su argumento -que se pretende imaginativo- es insípido, su comedia es lamentable, su contexto noventero no es aprovechado, sus secuencias de acción se olvidan apenas corren los créditos finales, y, lo peor de todo, su actriz principal se vuelve un auténtico hígado a soportar durante las dos horas que dura la película.
Es evidente que la indiferencia de los responsables de este filme es extensivo hacia Larson, quien jamás se esfuerza por ocultar el desgano en su rostro e interpretación, y vuelve imposible la generación de empatía con su personaje.
Para cuando corren los créditos finales, queda claro que Capitana Marvel es más la película del rejuvenecido Nick Fury de Samuel L. Jackson y del Talos de Ben Mendelsohn (se roban absolutamente toda escena en que aparecen) que de la heroína titular, un auténtico problema si se supone que esta es la introducción de personaje al vasto mundo del MCU.
Capitana Marvel puede verse como aquello que resultaría si Guardianes de la galaxia fuese dirigida por alguien sin entusiasmo ni visión. Ahí están el alcance cósmico, el humor, las razas alienígenas y las referencias a otra década, pero de nada sirven si simplemente no hay eje ni imaginación por parte de los responsables.
Calificación: 5.5/10
Capitana Marvel (Captain Marvel)
Año: 2018
País: Estados Unidos
Dirección: Anna Boden y Ryan Fleck
Guion: Anna Boden, Ryan Fleck y Geneva Robertson-Dworet
Elenco: Brie Larson, Samuel L. Jackson, Ben Mendelsohn, Djimon Hounsou, Lee Pace, Lashana Lynch, Gemma Chan, Annette Bening, Clark Gregg y Jude Law