Hasta hace poco, los agujeros negros estaban en esa parte de la teoría general de la relatividad de Einstein que cuenta con confirmación sin que exista evidencia fotográfica de ella, y la apariencia con la que se les retrataba en los trabajos de ficción obedecía a predicciones matemáticas.
En ese orden de ideas, la película Interestelar es la obra que, en atención a su apego a postulados teóricos, mejor ha retratado un agujero negro. La cinta de Christopher Nolan estrenada en 2014 contó con el asesoramiento de Kip Thorne, físico teórico especializado en astrofísica y física gravitacional.
Lleguemos ahora al 10 de abril de 2019, el día en que la humanidad vio por primera vez un agujero negro real, gracias a una imagen que se consiguió con ocho radiotelescopios ubicados en distintos puntos de la Tierra, unidos para hacer del planeta un mismo gran telescopio, conocido como Event Horizon Telescope (EHT).
Ahora que tenemos evidencia fotográfica de la apariencia real de un agujero negro, es momento de voltear a 2014 y ver en qué le atinó y en qué falló el agujero negro propuesto por Interestelar.
A simple vista son similares y la descripción más básica sería decir que ambos tienen un “anillo de fuego” intensamente brillante que rodea una circunferencia oscura.
El anillo son gases que caen en el agujero negro y el borde de la circunferencia oscura es el horizonte de eventos, la región en la que ya no hay regreso, aquella en la que la gravedad se vuelve tan densa que ni la luz puede escapar de ella.
Son aspectos que la película de Nolan retrata correctamente (el equipo de efectos visuales de hecho escribió software de renderización basado en ecuaciones reales que a su vez fue utilizado en investigaciones posteriores sobre agujeros negros).
He aquí lo más sorprendente. El agujero negro de Interestelar prescindió de un aspecto que, para Nolan, desconcertaría al espectador de haberse incluido: el efecto Doppler, cuyo impacto visual habría sido en el color y en la acumulación de masa alrededor del horizonte de eventos.
Pero al observar la imagen del agujero negro real, queda claro que la cinta de Nolan atinó hasta en aspectos que no estaban contemplados.
¿Conclusión? Interestelar de Christopher Nolan cuenta con la más fiel representación visual de un agujero negro y su impacto se salió del reino de la ficción para proveer de herramientas al mundo científico.