Una mención a Netflix durante la conferencia matutina del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) llamó la atención de propios y ajenos.
El mandatario expresó sus esperanzas para que Netflix haga de acceso gratuito el documental «El caso Cassez-Vallarta: Una novela criminal», el cual toca uno de los casos judiciales más polémicos en el mercado mexicano.
Dicha producción está disponible en la plataforma de streaming desde la semana pasada y trata de entregar un panorama más amplio y claro sobre la revelación en 2005 de una supuesta red de secuestradores que implicaron a Florence Cassez e Israel Vallarta.
La producción contempla entrevistas con Israel Vallarta, el reportero Pablo Reinah, el conductor Carlos Loret de Mola, la senadora Olga Sánchez Cordero, el ministro Arturo Zaldívar, así como el expresidente francés Nicolás Sarkozy y el exmandatario Felipe Calderón.
Estos personajes exponen sus opiniones y vivencias sobre un caso que, a decir de medios internacionales como El País, «destapó las prácticas criminales de dos Gobiernos, de los presidentes Vicente Fox (de 2000 a 2006) y Felipe Calderón (2006-2012), y unas instituciones coordinadas en destruir cualquier posibilidad de conocer la verdad».
De manera puntual, AMLO expresó:
“No quiero hacerle aquí la publicidad al documental, pero ojalá y la gente lo viera. Vean ese documental sobre este asunto…el caso Cassez Vallarta…a lo mejor Netflix aquí lo pone gratuito porque sí es importante que lo conozcan”, aseguró.
Netflix, streaming y el nuevo imaginario social
Más allá de lo polémico que puede ser el tema, en lo que a nosotros concierne, resulta sumamente interesante cómo las plataformas de streaming están consolidado su rol como constructores del imaginario social.
Y es que plataformas como Netflix no solo se han convertido en un espacio de entretenimiento familiar. En realidad han democratizado los canales de distribución de contenidos así como abierto la oportunidad para tocar temas que muy probablemente no hubieran tenido salida ni el alcance obtenido gracias a estos servicios.
El creciente uso de estos servicios, su penetración así como la apuesta por temas más locales y quizás más informativos que de entretenimiento han permitido que las plataformas de streaming se conviertan en un fuerte constructor del nuevo imaginario social.
América Latina es el segundo mercado de streaming de más rápido crecimiento en el mundo, solo detrás de Asia y Medio Oriente. Hoy, en promedio, el 62 por ciento de los latinoamericanos ve más contenido digital en plataformas como Netflix que hace dos años.
Fenómeno mundial
Más interesante es reconocer la capacidad de muchas producciones (en su mayoría marcadas como originales) para convertirse en fenómenos culturales.
Quizás uno de los casos más llamativos sea The Crown, serie que nos llevó a conocer los secretos de la corona británica en una historia denominada como ficticia, pero que en más de una ocasión fue leída como un realdiad.
De hecho, fue tanto el ruido alrededor del tema que en 2020, el secretario de cultura del gobierno británico, Oliver Dowden, declaró que Netflix debería dejar claro que la serie es una ficción.
“Es una obra de ficción producida de forma impecable, como muchas otras producciones de televisión, pero Netflix debería dejar muy claro al principio que sólo es eso”, destacó el funcionario.
La insinuación de AMLO, por tanto, no es aleatoria. Su equipo de comunicación entiende perfectamente el papel que plataformas de Netflix juegan en la construcción del imaginario social, aspecto crucial toda vez que nos acercamos a un nuevo momento de transición política.