Algo que he aprendido con el tiempo es nunca creer a la primera lo que me dicen insistentemente una o varias marcas. ¿Por qué hacerles caso luego luego? Con esta actitud he podido, más o menos, ubicar lo que sí hace sentido a la primera y lo que no. La televisión en tercera dimensión para la casa, creo, será un fracaso en términos del consumidor estándar, promedio, “de a pie” como diríamos usted y yo. Veamos algunos porqués…
1. Sólo algunas películas en los cines son en 3D. Si la tercera dimensión fuera “el siguiente paso” en entretenimiento, ya no habría proyecciones normales y los complejos sólo pasarían esta nueva opción. Pero no hay que ser demasiado brillante para darse cuenta que sólo algunas películas y en algunas salas son 3D.
2. Le falta a la tecnología. A pesar de que hay avances importantes, el hecho de ir a ver una película en 3D al cine, todavía requiere de concentración, sentarse lo más en medio de la sala y aguantar los lentes.
3. Efecto de mareo. Ya son varias personas –que no tienen nada que ver con mi trabajo- que me dicen “Ah, eso de 3D como me marea, no puedo ver las películas así”. Ante estas declaraciones, no hay nada más que agregar. ¿Quién pagaría para marearse de forma intensa?
4. Para poder disfrutar del 3D en casa hay que comprar tele nueva. ¿Quién lo hará? Si todavía muchos ni le entran a las pantallas planas ni a la alta definición, con los precios actuales de las televisiones en 3D, simplemente no se venderán así tan sencillo. Además, por supuesto, es necesario el reproductor de películas en el mismo formato…
5. Poca oferta de películas y programas. Seguro que esto irá cambiando, pero por lo pronto hay muy pocos títulos en 3D para poder verlos en casa.
Pero no todo son nubes negras en el cielo. Claro que hay un mercado para la televisión en tercera dimensión en el hogar… los video juegos y los fanáticos del cine y la tecnología. En primer lugar, debe ser una experiencia muy interesante jugar en 3D. Los títulos de mayor venta seguro estarán saliendo en este formato en el futuro y los gamers, acostumbrados a tener todo tipo de accesorios para hacer más real la experiencia, unos lentes 3D no estorbarán, al contrario.
Sobre los mareos y malestares, me imagino que si aguantan horas frente a la pantalla dándole a Halo, God of War o cualquier otro título, no tendrán situaciones incómodas de estos malestares. Ahora, ¿quién más necesita televisión en 3d?
Los que dedican gran parte de su presupuesto e invierten mucho tiempo en disfrutar películas en casa. Han comprado pantallotas, instalado sistemas de audio de 8 bocinas, incluso, igual y hasta compraron butacas especiales, todo en un cuarto con la adecuada dimensión e iluminación. Para este selecto grupo de personas, el pasar de dos a tres dimensiones seguro hará sentido. Invitarán a sus familiares y amigos a ver los más recientes títulos con esta característica que, siempre, busca dar más realismo.
Creo que esos dos grupos de usuarios son los que le darán la bienvenida al 3D en televisión. Para todos los demás, no creo que pase de una nueva “forma de gastar dinero” como algunos le dicen a los avances en tecnología cuando no cuentan con el presupuesto necesario… ¿o me equivoco?
Larga vida al 3D, por supuesto espero que se siga desarrollando y que un día podamos aprovechar las ventajas sin los lentes. Mientras tanto, no creo que la experiencia funcione para toda la familia en todo momento. Como dicen por ahí, “de la moda lo que te acomoda” y como digo yo: de la tecnología, lo que realmente te brinde valor, ¿no?
(Foto tomada de aquí).