Faltan unos días y con algo de suerte la tóxica explosión de ataques de todo tipo entre los usuarios mexicanos de redes sociales por las elecciones de este 1 de julio pueda descender un poco, pero mientras tanto, la magnitud de este fenómeno sigue alcanzando a especialistas de todo el mundo, y ahora llega a uno de los medios más influyentes en términos de cultura digital y tecnología, The Verge, que llamó al ecosistema Social Media de nuestro país «un campo de batalla» en una pieza bien destacada en el home de su sitio.
Coronado por una brutal ilustración que modifica la bandera de México al poner en el pico del águila una serpiente azul que culmina con el logo de Facebook, en este amplio reportaje la autora Martha Pskowski describe una pintura nada halagüeña, en donde las redes sociales mexicanas se encuentran saturadas de información falsa y métodos tan sofisticados como ominosos para intentar manipular a los votantes que decidirán al futuro presidente de México, además de 128 senadores, 500 diputados y miles de puestos de elección popular locales en los Estados.
Comienza con un ejemplo que retoma un video que se volvió viral en donde se afirmaba que la televisora oficial venezolana, VTV, señalaba que Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial por el partido Morena y puntero en las encuestas, era un aliado del gobierno de Nicolás Maduro, presidente en ese país, y un aliado de Venezuela para opositores «internacionales».
Después desmenuza las señales que demuestran que el material es falso, pero subraya la velocidad con que el material consiguió vistas en Facebook, 630,000 reproducciones en apenas 6 días.
Así la punta del iceberg de lo que los usuarios de redes sociales han soportado durante meses, comenzando mucho antes del arranque oficial de las campañas rumbo a estas elecciones y que ha prevalecido desde hace años. Pskowski asegura que los mexicanos hemos «perdido confianza» en los medios de comunicación tradicionales y deduce que las redes sociales surgieron entonces como un contrapeso contra informaciones mediáticas presuntamente pagadas por los Gobiernos y, por tanto, rara vez opositoras.
Aunque el efecto posterior tampoco ha sido muy positivo, afirma:
«Las redes sociales y los canales digitales han surgido como un importante contrapeso para los medios controlados por el Gobierno, pero también presenta los riesgos de la desinformación masiva. México es un foco en el mundo de habla hispana para granjas de bots. En la campaña presidencial de 2012, el ahora preso hacker colombiano Andrés Sepúlveda aseguró haber lanzado 30,000 bots en Twitter para apoyar la campaña de Peña Nieto. Muchos Mexicanos también obtienen sus noticias de aplicaciones de mensajería como WhatsApp, y es difícil que los noticiarios tradicionales puedan seguirle el paso cuando las cadenas de mensajes se transmiten casi instantáneamente», escribe.
Fact Checking en México
El periodista Esteban Illades, editor de la revista Nexos, asegura en la pieza de The Verge que el periodismo fact checking en México es relativamente nuevo, y tiene razón, pero un ejercicio reciente ha probado no solo que es posible, sino que es exitoso.
Verificado 2018 es una iniciativa que promovió el portal de noticias Animal Político y que sumo a decenas de medios y cientos de periodistas para hacer periodismo colaborativo y tumbar varios de los Fake News que invaden las redes sociales en nuestro país, y ha llamado la atención internacionalmente.
En la lista que enumera Martha de las notas falsas que ha descubierto Verificado está que el Papá Francisco había hablado contra López Obrador, que el candidato panista de la coalición Por México Al Frente, Ricardo Anaya, había hablado en favor del muro de Donald Trump en la frontera, que la Primera Dama del Estado de Zacatecas había pedido que el país, México, no se volviera una «dictadura socialista» y el mismo video que vinculaba al gobierno de Maduro con Obrador.
Sin embargo no pierde la oportunidad de resaltar que ni Verificado ni sus decenas de socios han podido contener la avalancha de desinformación que satura la arena digital en México.
«Estas redes son una herramienta para desestabilizar países y cambiar elecciones», le dice el especialista Alberto Escorcia a la autora. «Las reglas de Facebook y Twitter no alcanzan», añade sobre las medidas que están tomando las redes sociales para contrarrestar el problema.
Políticos, cómplices
Los especialistas consultados por The Verge coinciden en algo: los políticos se encuentran detrás de estas redes y campañas de desinformación, lo que a su vez ha creado agencias completas especializadas en la manipulación digital que entablan «relaciones semiclandestinas» con los funcionarios, lo que las vuelve difíciles para rastrear.
En la misma línea, explican que estas empresas son exitosas porque contratan personal en números grandes y por salarios bajos. Sus acciones operan en redes sociales tradicionales y en servicios de mensajería instantánea como WhatsApp y Telegram con elaborados mensajes que se distribuyen en cadena y que son altamente efectivos en su alcance.
Mientras que concluyen que este cúmulo de acciones y ejércitos de bots difícilmente cambien el rumbo de la elección del domingo, lamentan que la implementación de estas estrategias han «polarizado» a los usuarios de las redes sociales mexicanas y ahora esa confrontación se encuentra fuera de control convirtiendo en un campo de batalla el otro tolerable ambiente Social Media de México.