Si necesitas hacer dinero extra, tienes una computadora e internet podrías considerar hacer dropshipping. “Ajá, ¿y eso cómo se come?”, bueno, tranquilos que es mucho más simple de lo que se escucha.
¿Qué es dropshipping?
Dropshipping es una manera de hacer comercio electrónico y en su modelo de negocio se venden productos por internet sin tenerlos en stock. Lo mejor es que, mediante negociaciones con los proveedores, son ellos mismos lo que se encargan del envío al cliente final.
Es decir, sin tener que invertir en la compra de un inventario, puedes vender cualquier artículo sin tenerlo físicamente. Como resultado, el “dropshipper” jamás ve o si quiera tiene que manejar el producto.
El término cobró popularidad en 2006 cuando AliExpress se volvió popular en Estados Unidos, esto mientras surgían muchos (y muy baratos) comercios chinos en línea. Los que ya se encontraban familiarizados con el tema del dropshipping aprovecharon el boom de AliExpress para vender mucho. Es por esto que es demasiado común ver el mismo producto vendido por diferentes “tiendas” dentro de la plataforma.
¿Cómo es el proceso?
Se trata de que el “dropshipper” sea el intermediario entre el mayorista y el cliente. Básicamente es el agente de ventas y por lo tanto tiene que crear una tienda virtual. Esta puede ser propia o dentro de una plataforma como Amazon, Mercado Libre, Shopify, Kichink, etc. Una vez hecha la compra, se notifica al proveedor para que haga el envío y entregue directamente al comprador.
¿Cuáles son los beneficios del dropshipping?
Si tienes acceso a una gran audiencia y sabes vender y brindar atención a clientes, entonces las ventajas de probar este modelo de negocio son:
- No es necesario capital para arrancar.
- Ahorro de gastos en inventario, renta, sueldos, etc.
- Horarios y ubicación flexible.
- Variedad de productos.
- Poca carga de trabajo por transacción.
¿Y los riesgos?
Obviamente nada es perfecto ni color de rosa. Si estás considerando en darle una oportunidad al sropshipping, aquí unas cosas que debes considerar:
- Debes estudiar la rentabilidad y demanda del producto, de lo contrario son esfuerzos en vano.
- Se debe elegir la mejor plataforma en función al target y nicho del producto.
- Siempre es mejor negociar con fabricantes oficiales, por seguridad y para obtener un mejor margen.
- Ten cuenta los gastos de envío, mientras más cerca se encuentre el proveedor, mejor para ti. A veces los productos salen más caros por ese pequeño detalle.
- Procura vender artículos con los que te encuentres familiarizado para poder brindar una mejor experiencia.