Hoy en día las redes sociales, el correo electrónico, otros medios como los mensajes telefónicos o las apps como Whatsapp o Instagram son susceptibles para ser usadas por los cibernautas para acosar a otros.
El ciber-bullying, el ciberacoso, es un problema real y en muchas ocasiones no es fácil saber qué hacer o cómo defenderse.
El psicólogo estadounidense, Robin Kowalski, ha estudiado el tema e incluso ha publicado libros sobre el mismo. El acoso a través de Internet puede darse en chats, en redes sociales, en mensajes de texto e incluso en los juegos.
Probablemente el común denominador de todas estas agresiones a los usuarios se basa en esta relativa capacidad de hacer anónimos a quienes insultan y agreden.
Tipos de ciber-acoso
Hay muchas formas de ciber-acoso, como menciona Kowalski: insultos electrónicos y repetición continua de los mismos que caen en lo que denomina hostigamiento, por ejemplo.
También se hace uso de «fake news» para desacreditar a la víctima y esto se puede hacer con fotos editadas digitalmente o incluso con un deep fake, que es un video en donde aparezca en actos íntimos cuando en realidad todo es una producción digital.
Por supuesto que este ciber-acoso tiene un sinfín de vertientes. Por ejemplo, si alguien logra hacerse de la cuenta y contraseña de la víctima, puede usar esto para poner mensajes denigrantes, violentos, con la intención -de nuevo- de desacreditar a la víctima.
Otra posibilidad es que el acosador se haga de fotos comprometedoras (o videos), y decida amenazar a la víctima con publicarlos o más aún, publicarlos para dejar moralmente al afectado por los suelos.
Acoso a cambio de dinero
Hace unos meses empezó una cadena de mensajes donde un supuesto hacker decía que había interceptado todas las comunicaciones de la víctima y decía tener videos en donde el afectadd estaba viendo pornografía y se masturbaba.
Eso se había grabado con la webcam y si no se pagaba una cantidad de dólares en bitcoins, pondrían público el video. Y aunque este chantaje no tenía visos de ser real, más de uno habrá temido esta posibilidad.
Quienes idearon este chantaje muestran que para mucha gente, ver pornografía por Internet, aunque no es un delito, es algo cuestionable para ciertas moralidades y finalmente, para muchos es un acto de la privacidad de las personas.
Publicar estos actos suele ser vergonzoso para muchos y de ahí se agarraban los delincuentes para intentar sacarles dinero a las víctimas.
¿Qué hacer en caso de ciberacoso?
Las recomendaciones son simples pero efectivas.
- Si usa redes sociales, cambie el estado de sus publicaciones a algo más privado a los que dio usted de alta como amigos. Si alguno de esos «amigos» es quien le acosa, puede bloquearlo instantáneamente.
- Sea selectivo pues sobre las amistades que da de alta en su red social favorita y de nuevo, vea cómo cambiar su privacidad.
- Si usted observa que un ciber-acosador empieza a ser un problema que no puede manejar, hay la posibilidad de denunciarlo, se puede hablar a la Policía Cibernética, al 088 (en México).
- También es posible denunciar a través de Twitter a la cuenta @CEAC_CNS o al correo electrónico ceac@cns.gob.mx. Existe una app para el teléfono, PF Móvil también.
El mundo es complicado y difícil de vivir por sí mismo. Los ciber-acosadores enturbian más la vida de las personas y hoy en día hay que tomar acciones. Si usted tiene problemas de esta naturaleza, no los deje pasar. Actúe.