En los últimos años, numerosos emprendedores y amantes de los gadgets han buscado distintas maneras (algunas muy raras, por cierto) de usar la tecnología para mejorar la vida sexual de las personas. De todo los proyectos que he visto nacer, algunos han muerto antes de salir al mercado y otros (los menos) han tenido bastante éxito con el público.
He aquí algunos de los más populares:
Lovely
Para los que consideran que su desempeño sexual bien podría ser un deporte competitivo, Lovely sería el equivalente a un gadget de entrenamiento; una especie de podómetro sexual. Este anillo de silicón flexible, además de transmitir vibraciones placenteras desde la base del pene, monitorea el ritmo y la velocidad de penetración.
Este reporte, que el usuario puede consultar después mediante una aplicación también te dice cuántas calorías quemaste y qué posiciones podrías probar. Debería también guardar nuestras técnicas más exitosas y ayudarnos a repetirlas, pero es mucho pedir. Lovely
Kiiroo
Una de las cosas que más me preguntan es si es posible tener relaciones sexuales a distancia, es decir, si se puede tener cibersexo pegándole un poco más al sexo y poco menos a lo virtual. La respuesta es sí, y los gadgets de Kiiroo han sido de los más populares.
Este dildo, llamado Pearl, y su pareja, el Onix (un cilindro parecido a un termo cuadrado para café), transmiten entre sí los movimientos, velocidad y ritmo de quien los usa, lo que permite un intercambio en tiempo real. Y para quienes no tienen pareja, también se pueden descargar videos en los aparecen distintas actrices porno (sigo esperando que contraten actores) con quienes te puedes “conectar” por un cargo extra. Kiiroo
OhMyBod
Este vibrador con control a distancia no sólo puede ser usado por parejas que viven muy lejos el uno del otro, sino por quienes quieren mantenerse en contacto a lo largo de sus actividades diarias. Y lo del contacto es literal: a cada indicación de quien tiene el control remoto, la persona que lleva el vibrador sentirá distintos tipos y ritmos de movimiento.
Lo que me gusta de OhMiBod es que es externo (parece una toalla sanitaria y se coloca entre la piel y la ropa interior) y se puede controlar por bluetooth o, cuando la distancia es mayor, mediante una aplicación. Adiós a las juntas aburridas. OhMiBod
Elvie
Los ejercicios de Kegel son famosos por estar diseñados para fortalecer los músculos pélvicos y beneficiar órganos como la vejiga y el útero, pero sobretodo porque también contribuyen a que el sexo sea más placentero (cuando mejora el tono muscular, las contracciones del orgasmo se vuelven más intensas). La práctica de estos ejercicios no requiere de ningún instrumento, pero cuando alguien decide diseñar algo que registra tu progreso y te enseña a mejorarlo, muchos deciden aprovechar el viaje.
Elvie es un entrenador de ejercicios de Kegel que te acompaña en tus rutinas diarias de 5 minutos. Está diseñado para las mujeres y debe ser introducido en la vagina, desde donde se transmite el progreso (qué tanto y qué tan bien has ejercitado los músculos pélvicos ) a la aplicación que lo acompaña. Una vez que hayas dominado tu cara de póker, puedes usarlo en casi cualquier lugar. Elvie
Glance
Más que un gadget, Glance es una aplicación gratuita que te permite experimentar un mismo evento (léase, una relación sexual) desde dos perspectivas: la tuya y la de tu pareja. Para lograrlo, la aplicación te deja grabar desde tu teléfono y ver también lo que tu pareja está grabando (algo como “así te veo yo y así me ves tú”). ¿Lo más interesante? Los desarrolladores prometen tener muy pronto la posibilidad de usar la aplicación en Google Glass… si alguna vez regresa. Glance
Dicho todo lo anterior, hay que aclarar que, para mejorar nuestra vida sexual, se requiere mucho más que un buen gadget; nada sustituye la buena comunicación en pareja y nada mejora más un juguete sexual que una buena dosis de creatividad. La buena noticia es que todo eso se ejercita con la práctica, así que… hay tarea.
Paulina Millán Álvarez es sexóloga y docente en el Instituto Mexicano de Sexología. Se hizo investigadora por amor al chisme, y como había que contárselo a alguien, se hizo conductora de radio y TV. Sus publicaciones serias se consultan en imesex.edu.mx, sus podcasts de Sexópolis en iTunes y sus desvaríos en Twitter (@sexopolisradio).