Es bastante molesto, ¿no? Estás en plena conversación o en una reunión de trabajo y te das cuenta que tu interlocutor no te está pelando, sino que está absorto por la pantalla de su smartphone. A veces incluso una risa o expresión te interrumpe, quizá algún tuit le provocó gracia o está viendo un video “impresionanti”. Esa desagradable práctica de estar metido en el teléfono en lugar de convivir se llama phubbing, y aunque parece inofensiva, estudios demuestran que está dañando nuestras relaciones sociales.
De acuerdo con un artículo reciente publicado por la revista Time, no ver a una persona al rostro o estar distraído por el teléfono mientras interactúan vuelve las relaciones menos significativas. De hecho, un estudio publicado por Computers in Human Behavior encontró que enviar textos durante una conversación volvía menos satisfactorias las charlas.
Más preocupante todavía, otro estudio que data del 2012 publicado por el Journal of Social and Personal Relationships encontró que incluso la pura presencia de un smartphone durante una reunión contribuía a que la gente estuviera menos conectada unos con otros.
“Irónicamente, el phubbing tiene la función de conectarte, presuntamente, con alguien a través de redes sociales o mensajes de texto”, observa Emma Seppälä, psicóloga en las universidades de Stanford y Yale. “Pero de hecho puede afectar severamente el momento-presente, las relaciones en persona”, añade.
El phubbing y el amor
The Washington Post también abordó el tema este año e incluyó otra investigación que trata al phubbing desde el punto de vista de las relaciones románticas. El panorama es igualmente desolador. De acuerdo con los investigadores Meredith David y James Roberts el abuso en ocupar el celular en la presencia de otros puede llevarnos a el declive de nuestras relaciones sentimentales.
Un estudio que realizaron con 145 adultos demostró que el phubbing disminuye notablemente la satisfacción dentro de un matrimonio. Una investigación similar realizada en China confirma estos hallazgos al concluir en un trabajo realizado con 243 parejas casadas que esta práctica estaba asociada con una menor conformidad marital y hasta con depresión.
Nuestros amigos tampoco se salvan. Existe evidencia científica que muestra que aquellos que usan teléfonos durante una convivencia son percibidos como menos educados y atentos. También el phubbing dentro de un círculo de amigos disminuye la calidad de la conversación y hacer peder oportunidades a los interlocutores para conseguir una conexión real y auténtica.
¿Cómo reaccionan las víctimas del phubbing?
Una investigación publicada en marzo pasado asegura que aquellas personas que son “phubbeadas” por sus interlocutores recurren también a sus dispositivos para buscar inclusión social o distraerse. Evidencia obtenida vía imágenes cerebrales indica que ser excluido puede provocar dolor físico real al cerebro.
Las personas que son más propensas al phubbing tienden a vincularse con sus teléfonos en formas poco saludables y pueden provocarse un incremento en los niveles de estrés y depresión. De hecho, durante este año varias plataformas tecnológicas están surgiendo con software para combatir lo que se ha identificado como “adicción a los celulares” para promover relaciones humanadas más saludables.
Datos de phubbing que te van a preocupar
- 90% de los adolescentes presidente el contacto vía mensaje de textos que cara a cara.
- 36 casos de phubbing experimentan los restaurantes por mesa durante sesiones de cena.
- Las actividades que más realizan los “phubbers” en sus teléfonos son: Actualizar su status de redes sociales, textear a alguien, comprar música, googlear y jugar videojuegos o apps.
- 97% de las personas que han sufrido de “phubbing” reportan que su comida supo peor durante el incidente.
- De acuerdo al sitio Stop Phubbing, la Ciudad de México se encuentra en el noveno lugar dentro de las ciudades con más “phubbers”.
- Las ciudades del mundo que más “phubbean” son Nueva York, Los Angeles y Londres.