¿Para qué gastar en una computadora de marca y limitada, si puedes armar una de acuerdo con tus exigencias?
Si siempre has querido entrarle al mundo del armado de computadoras pero no sabes cómo, te traemos una fácil guía que nos compartió Víctor López, joven experto en el rubro.
Para armar una computadora lo primero que necesitas es un presupuesto, pues con base en él se consideran los componentes principales: la tarjeta madre, el procesador y la fuente de poder.
Una vez que cuentes con la tarjeta madre, te adaptas al tipo de procesador -ya sea Intel o AMD, dependiendo del socket que tenga- y de ahí debes considerar capacidad de memoria RAM que soporta la tarjeta.
También, dependiendo del procesador debes evaluar la tarjeta de video (no se instala una tarjeta de video muy potente si el procesador no es capaz de soportar el procesamiento mismo).
Ya teniendo tarjeta de video, tarjeta madre y el procesador, eliges la memoria RAM (las más comunes son las DDR4) y lo ideal es que sea de 8G o superior.
Una vez cubierto todo esto, empiezas a evaluar la fuente de poder, que de entrada nunca debe estar justa, es decir, siempre debe andar con unos 100w de sobra.
Con la fuente de poder no se escatima en gastos, pues las de baja calidad se sobrecalientan.
A partir de ahí puedes instalar o no una refrigeración adicional, sea líquida o por tipo de ventilador.
Lo demás ya son accesorios, como bocinas, quemadiscos o disipadores especiales.
En materia de monitores, solo debes fijarte en la resolución, sobre todo si gustas de ver videos o películas en buena calidad. Un monitor Full HD es más que suficiente.
Todo eso es por lo que hace a una computadora estándar, pero si planeas construir una para gaming, debes considerar otros factores.
De entrada, construir una computadora para gaming implica un proceso inverso, pues primero se considera tarjeta de video, después el procesador y luego la placa base (contrario a una máquina para uso estándar, en donde empiezas por placa base, luego con procesador y al final con video).
Una vez que cuentes con la tarjeta de video, evalúas un procesador que alcance a complementarla y ya que cubras eso, integras una fuente de poder que vaya acorde a dichos elementos.
Por lo que hace al monitor, debes evaluar la velocidad de refresco, que se mide en Hz. Una de 144 Hz es suficiente, pero existen hasta de 240 Hz (la medida es relativa a la velocidad en la que las fotos por segundo se refrescan en pantalla, es decir, los Hz impactan directamente en la fluidez).
Si tu presupuesto es holgado, puedes invertir en una resolución de 4K, pero con una de 1080 es más que suficiente.
Una computadora armada de uso estándar, sin componentes premium pero buenos, puede salirte en unos 8 mil pesos.
Una computadora armada para gaming, sin componentes premium pero buenos, puede salirte en unos 15 mil pesos.
*Todas las imágenes: Unocero.