A mediados de la primera década del siglo 21, Apple sorprendió al mundo con el iPod, luego con el iPhone y después con el iPad; todos ellos productos impulsados por el ya mítico Steve Jobs.
Eran tan innovadores, que la competencia tardó en llegar; sin embargo, con factores como el tiempo y, especialmente, la muerte de Jobs, otros fabricantes lograron igualar y, en algunos casos, mejorar aquellos novedosos avances.
Los productos de Apple llegaron a ser tan visionarios que crearon necesidades que, hasta entonces, no existían (¿quién necesitaba tener un teléfono conectado a internet en 2002?). Inclusive, por primera vez, se veían escenas de miles de personas formadas afuera de las tiendas de Apple para comprar algo que jamás habían visto y, a ciencia cierta, nadie sabía para qué servían o cómo se usaban.
Ese era el Apple de Jobs.
Ahora, con la presentación de los iPhone 6, el Apple Watch o de los nuevos modelos de iPad se ve claramente que Apple ya no es un innovador, sino un seguidor de las tendencias que marca la industria: pantallas más grandes, un reloj, tabletas más delgadas, operación por voz, etc.
Inclusive detalles que Jobs supervisaba personalmente, como el diseño, parece que ahora se han cambiado por formas más simples y que se asemejan más a lo que la competencia ha lanzado en los últimos años.
Igualado y hasta superado por otras compañías, como Samsung, pareciera que, en algunos años, Apple volverá a ser una empresa dedicada a la fabricación de computadoras (algo que ha hecho bien) y los futuros productos tecnológicos que cambiarán la historia de la humanidad provendrán de otros fabricantes.
De Jobs, la competencia aprendió también la parafernalia. Por ejemplo, le gusta presentar sus productos en grandes eventos y dotarlos de un significado más relacionado con el estilo de vida que con la utilidad.
Estamos viendo el fin del Apple de Jobs.
Sin embargo, los fans no tienen que extrañarlo, sino que hay que darle el lugar que se merece en el lugar de la historia de la humanidad, de esa parte de las necesidades inventadas que hicieron felices muchos y ayudaron a otros, además de la de los avances tecnológicos. Así de simple.