Hay muchas noticias en Internet, en YouTube, en foros de discusión así como en videos que se hacen virales, en donde se busca probar un punto: que no se debe usar el celular en una gasolinería, que hay que tomar dos litros de agua al día o que no hay que tomar dos litros de agua al día, o bien, que las plantas pueden morir en ambientes donde está presente la señal de WiFi.
En este punto, las opiniones son divergentes. Mientras hay quien afirma que WiFi es absolutamente la razón de la muerte de las plantas, otros indican que en realidad no es así, que son simples fake news o las clásicas noticias que se vuelven verdades por mencionarlas demasiadas veces. La cuestión es que nadie parece saber la verdad al respecto.
Sin embargo, AndrewMcNeil decidió realizar un experimento para probar si WiFi puede ser dañino a las plantas. Y aunque el investigador casual dice no ser un experto en esta área, sí es un ingeniero especialista en RF (radio frecuencias) y un autor prolífico de antenas WiFi hechas en casa, las cuales se han ya publicado en sitios especializados.
El experimento de Andrew se centró en unas plantas que puso en dos contenedores idénticos, en donde uno estuvo «bañado» por la energía de tres transmisores de 2.4 GHz separados a poca distancia. Cada transmisor estaba acoplado a un amplificador y radiaba unos 300 mW en diferentes partes del espectro de la señal WiFi. Ambos contenedores se colocaron en cuartos separados, viendo a ventanas hacia el este en ambos casos. La idea era tener el mayor control de las condiciones de las plantas para que el experimento pudiese dar los resultados que pudiesen interpretarse adecuadamente.
Después de apenas un par de días, las plantas crecieron sin problemas en ambos contenedores. No hubo inhibición por el baño de señales de radio frecuencia. Andrew, que es un ingeniero finalmente, comentó que los resultados solamente pueden validarse cuando estos se cuantifican porque es así como se hace la ciencia. Y propuso medir con cuidado la biomasa. Sin embargo, aún no ha hecho estas mediciones pero adelanta que en principio no parece haber ningún síntoma para pensar que WiFi mata a las plantas.
Y aunque las observaciones preliminares indican resultados negativos a la pregunta que da título a este artículo, vemos difícil que el debate en redes sociales, foros, etcétera, vaya a terminar pronto. Pero quizás es porque así es Internet. ¿O no?