Ingenieros de la Universidad de Minnesota han logrado sobrevolar un helicóptero controlándolo mediante el pensamiento a través de varios obstáculos y con más del 90% de éxito. Con esto los investigadores esperan desarrollar futuros robots que puedan ayudar a restablecer la autonomía de las víctimas paralizadas o que sufran enfermedades neurodegenerativas.
En el estudio participaron cinco pacientes y cada uno de ellos fue capaz de controlar con éxito el helicóptero también conocido como Quadcopter, con rapidez y precisión por una cantidad de tiempo sostenido. “Nuestro estudio muestra que, por primera vez, los seres humanos son capaces de controlar el vuelo de los robots voladores utilizando sólo sus pensamientos, desde ondas cerebrales no invasivas”, explicó el autor principal del estudio, el profesor Bin He, de la Facultad de Ciencias e Ingeniería de la Universidad de Minnesota.
La técnica no invasiva utilizada fue la electroencefalografía, que registra la actividad eléctrica del cerebro de los sujetos a través de un tapón provisto de 64 electrodos.
El Quadcopter fue impulsado con una velocidad hacia adelante preestablecida y controlado por el cielo con los pensamientos de los individuos. Los sujetos se colocaron frente a una pantalla que retransmite imágenes de vuelo del helicóptero a través de una cámara a bordo, permitiéndoles ver en qué dirección viajaba. El gorro registró las señales cerebrales y las envió al aparato a través de WiFi.
“En trabajos previos habíamos demostrado que podíamos controlar un helicóptero virtual usando sólo los pensamientos. Inicialmente teníamos la intención de utilizar un helicóptero para el estudio de la vida real, sin embargo, el Quadcopter es más estable, suave y tiene menos problemas de seguridad”, agrego el profesor.
Después de varias sesiones de entrenamiento diferentes, se pidió a los sujetos que dirigieran el Quadcopter a través de dos anillos de espuma suspendidos del techo del gimnasio y se anotaron tres aspectos: el número de veces que enviaron el aparato a través de los anillos, cuántas veces chocó con los anillos y la cifra de veces que se salieron fuera de los límites del experimento.
Un número de pruebas estadísticas se utilizaron para calcular cómo lo realizó cada sujeto. Un grupo de personas también dirigió el Quadcopter con un teclado en un experimento de control, lo que permite una comparación entre un método estandarizado y el control mediante el cerebro.
Este proceso es sólo un ejemplo de una interfaz cerebro-ordenador en el que se crea una vía directa entre el cerebro y un dispositivo externo para ayudar, aumentar o reparar las funciones cognitivas o sensoriales motoras humanas, por la que los investigadores están buscando la manera de recuperar la audición, la vista y el movimiento.
“Nuestro próximo objetivo es controlar los brazos robóticos que utilizan señales de ondas cerebrales no invasivas, con el objetivo final de desarrollar interfaces cerebro-ordenador que ayude a los pacientes con discapacidades o trastornos neurodegenerativos”, concluyó el profesor He.
Referencia: IOP Science