Investigadores de la Universidad de California han desarrollado marcapasos hechos a partir de células madre reprogramadas. Un avance que aunque aun no es capaz aun de sustituir a los dispositivos electrónicos las pruebas en animales son prometedoras, refieren los científicos.
Actualmente los marcapasos están limitados por su naturaleza artificial. Por ejemplo, sus piezas pueden fallar o pueden infectarse. Además, los dispositivos requieren un mantenimiento regular, deben ser reemplazados periódicamente, y sólo se pueden aproximar a la regulación natural de un latido del corazón.
Por su parte, los marcapasos biológicos, hechos de células vivas y eléctricamente activas, que permiten una integración completa con el corazón, podrían proporcionar una regulación natural del ritmo cardíaco natural sin la necesidad de hardware electrónico alguno.
Para crear marcapasos biológicos, hay dos enfoques refieren los investigadores. Uno fue alentar a células madre a convertirse en las células cardíacas especializadas para la función de marcapasos, que normalmente se encuentran dentro del nódulo sinoauricular del corazón. Estas nuevas células son después trasplantadas a un corazón enfermo para restaurar la función de marcapasos.
El segundo fue reprogramar directamente las células de soporte, ya presentes en el corazón, por ejemplo los fibroblastos (como el tejido conectivo), y convertirlas en células de marcapasos para recuperar la función cardiaca normal.
“Los estudios iniciales de los marcapasos biológicos en animales grandes han generado resultados prometedores, pero que queda mucho más trabajo por delante antes de que pueda considerarse una terapia clínicamente viable”, dijo Vasanth Vedantham, responsable de la investigación.
Por ejemplo, los investigadores necesitan comprender mejor los mecanismos que controlan el desarrollo y el mantenimiento de las células marcapasos en el nodo sinoauricular, al igual que deben desarrollar maneras de comparar el tejido marcapasos experimental con el tejido auténtico del nodo sinoauricular.
“Los marcapasos biológicos deben conseguir un nivel muy alto de rendimiento para desplazar a los marcapasos electrónicos. Dado que incluso unos pocos segundos sin latido del corazón pueden llevar a consecuencias graves, un marcapasos biológico tendría que presentar un rendimiento muy robusto y fiable”, agrego.
Sin duda un significativo avance que a pesar de sus limitantes actuales, es un campo que está en disposición de experimentar un rápido progreso a lo largo de los próximos años.
Referencia: EurekAlert, Cell