Científicos de la Universidad de Buffalo desarrollaron una cápsula de transporte para vacunas basada en la bacteria E. coli. Esta cápsula permitirá ayudar a las vacunas de nueva generación a hacer un trabajo más eficiente y eficaz que las actuales.
La capsula ya ha sido probada con éxito en tratamientos contra la enfermedad neumocócica, una infección que puede causar neumonía, sepsis, infecciones del oído y la meningitis.
Escherichia coli o E. coli, es un bacilo gramnegativo de la familia de las enterobacterias que se encuentra en el tracto gastrointestinal de humanos y animales. Es la bacteria anaerobia facultativa comensal más abundante de la flora intestinal; así mismo, es uno de los organismos patógenos más relevantes en el hombre.
“Es un poco contradictorio teniendo en cuenta lo que escucha acerca de E. coli, pero hay muchas cepas de la bacteria, la mayoría de los cuales son perfectamente normales en el cuerpo, que tienen un gran potencial para combatir la enfermedad”, dijo Blaine A. Pfeifer, responsable de la investigación.
El núcleo de la cápsula es de una E. coli inofensiva envuelta en un polímero sintético llamado poli (amino-éster beta) que se asemeja a una valla de tela metálica. El polímero de carga positiva, en combinación con la pared celular de bacterias con carga negativa, forma una especie de cápsula híbrida.
En las pruebas los investigadores insertaron una vacuna a base de proteína, comercializada por Abcombi Biosciences y diseñada para luchar contra la enfermedad neumocócica. Los resultados, cuando se probó en ratones, fueron impresionantes, refieren los autores.
El diseño híbrido de la cápsula permite orientar de forma pasiva y activa células inmunes específicas llamadas células presentadoras de antígenos que desencadenan una respuesta inmune y tienen propiedades adyuvantes naturales y de componentes múltiples, realzando la respuesta inmune del cuerpo. Además, posee mecanismos de suministro intracelular duales para dirigir una respuesta inmune en particular.
Esta cápsula produce y entrega simultáneamente los componentes (antígenos) necesarios para una vacuna y proporciona grandes capacidades de protección de la vacunación contra la enfermedad neumocócica.
Los desarrolladores también refieren que el costo de su fabricación es barato, incluso que por su flexibilidad en términos de uso, tiene posibilidad de emplearse como un dispositivo de suministro para las terapias dirigidas al cáncer o enfermedades infecciosas por virus y otras patologías.
Referencia: Science, Universidad de Buffalo