Estudiantes del Instituto Tecnológico de Massachusetts han desarrollado unos robots modulares que no dependen de la intervención de un ser humano para ensamblarse, volviéndolos bastante sorprendentes si se toma en cuenta que son simples materiales inertes.
El principal responsable de este logro es John Romanishin, científico de investigación en Ciencias de la Computación del MIT y el Laboratorio de Inteligencia Artificial quien a pesar de las negativas de sus profesores y tras dos largos años de trabajo logró comprobar que unos simples pero bien equipados robots cúbicos podían demostrar su punto. Este diseño bautizado como M-Blocks consiste en un cubo del tamaño de la palma de la mano que es capaz de pasar por encima y alrededor de otro cubo e incluso brincar para poderse ensamblar con piezas a distancia.
Esto es posible ya que dentro de cada una de estas piezas se encuentra un volante que puede alcanzar una velocidad de 20,000 revoluciones por minuto; cuando el volante se frena genera la fuerza suficiente para separar de un lado magnético y así moverse a la siguiente posición. Esto se acompaña por imanes colocados en cada extremo del cubo para permitir su unión. Todo esto con el fin de formar un robot de mayor tamaño y de forma especifica, así es, como si se tratara de un Transformer, pero obviamente no tan complejo.
Romanishin explica que este diseño es particularmente útil en entornos en los que se necesitan múltiples tipos de sensores para la recolección de datos. Una máquina más grande hecha de diferentes M-Blocks podría volver a ensamblarse de acuerdo a la necesidad del experimento, creando así una máquina que se puede optimizar sobre la marcha de los diferentes escenarios.
Aunque por el momento los cubos reciben todas las indicaciones vía inalámbrica desde una computadora, los investigadores ya están planeando de dotarlos de inteligencia propia para volverlos independientes.
Fuente: MIT