Una nueva ley en Florida permite que cualquiera pueda poner en tela de juicio lo que los niños aprenden en las escuelas públicas, particularmente en lo que se refiere a ciencia, porque hoy en día parece que en los Estados Unidos enseñar evolución y cambio climático son temas casi prohibidos.
Esta nueva legislación, la cual está firmada por el gobernador Rick Scott, requiere que los consejos de las escuelas contraten a un «oficial que no sesgue su opiniones», el cual manejará las quejas sobre el material de enseñanza como películas, libros de texto y novelas, que se usan en las escuelas locales. Cualquier padre o residente del condado puede llenar una queja, sin importar incluso si tienen hijos que estén estudiando en el sistema educativo público. La idea entonces es que este oficial revise cada queja y decida si los materiales a los que se alude se quitan o se siguen dando.
El estatuto incluye guías generales sobre las bases para quitar ciertos materiales, por ejemplo, la creencia de que sean «pornográficos» o que «no se encuentren adecuados para las necesidades y habilidades de los estudiantes, o bien, que sean inapropiados para el nivel de cada grado o el nivel de edad».
Quienes proponen esta nueva ley dice que hará que el proceso educativo -siempre complicado- sea más fácil para todos, en particular los padres, dándoles además a losa residentes voz para que hablen sobre la educación de sus hijos. Cabe decir que el representante estatal Byron Donalds, quien ha patrocinado esta idea, comentó en mayo pasado que no había la intención de atacar un tema en particular.
Pero Glenn Branch, director del Consejo Nacional para la Educación de la Ciencia, dijo que quienes apoyan esta medida buscan retar la instrucción en ciencias que se da actualmente. Por ejemplo, un residente protestó ya porque dice que la evolución y el calentamiento global se enseñan como si fuese una «realidad». Otro criticó el currículum de sexto año en las ciencias escribiendo que «las dos teorías principales del origen del hombre son la evolución y el creacionismo», y que a su hijo solamente le han enseñado acerca de la evolución. «Y en el fondo es el candor de los que apoyan esta ley porque están realmente diciendo: «Sí, vamos contra la evolución, vamos contra el cambio climático», y esto es preocupante de acuerdo a Branch.
Pero esta ley podría ir más allá aún, por ejemplo, podría ser usada para pedir que se quitaran ciertos libros de las bibliotecas que resultaran cuestionables a algunos ciudadanos.
El estatuto de Florida es una de las 13 medidas propuestas este año en donde Branch y sus colegas piensan que son «anti-ciencia». En Idaho, la legislatura rechazó varias secciones de los estándares de ciencias de las nuevas escuelas públicas del estado, relacionadas con el cambio climático. El comité pidió reescribir esas secciones y reenviarlas para su aprobación este otoño. Alabama e Indiana adoptaron resoluciones en donde los profesores tienen»libertad académica», lo que ha sido entendido como apelar a que los maestros «enseñen las controversias» sobre temas como el cambio climático.
En Florida ya un grupo llamado «Ciudadanos de Florida para la ciencia», han urgido a las personas a estar atentos a los retos de los materiales instructivos de las escuelas para los siguientes años. «En este punto, la batalla es a nivel local», dice el comunicador del grupo Brandom Haught, quien escribió en su blog: «Si uste4d no está ahí listo para levantarse para apoyar la educación de la ciencia, entonces estamos perdidos».
Referencias: Orlando Sentinel