Recientemente la NASA ha estado viendo los CubeSats, una manera de llevar a cabo, de manera económica, misiones al espacio profundo. Una de las primeras puede ser este satélite que no es más grande que una caja de zapatos llamado el IceCube, el cual está diseñado para buscar agua y otros recursos en la Luna. Tentativamente se ha planeado que sea lanzado en la primera misión Orion, programada para el 2018 y buscaría descubrir materiales para misiones en el espacio profundo y colonización lunar, pero también como una demostración de la tecnología como una nueva clase de sondas interplanetarias.
Llegar a la Luna requerirá que el IceCube Lunar tome toda una ruta que use la gravedad del Sol, la Tierra y la propia Luna, dice el profesor Ben Malphrus de la Morehead State University, quien es el líder de la misión. Es claro que para los astronautas, hallar agua congelada en la Luna sería como hallar oro y quizás aún, más valioso. Si pudiese haber una cantidad sustancial de hielo en los cráteres perpetuamente sombreados de los polos linares, podría ser posible proveer combustible y agua para la nave y para poner campamentos para seres humanos en el satélite natural. Sondas como Lunar Prospector, Clementine, Chandrayaan-1 y el Lunar Reconnaissance Orbiter, han tenido mucho éxito en hallar restos de hielo, pero de acuerdo a la NASA, ninguna de estas sondas opera en las bandas del infrarrojo, que son las más adecuadas para detectar moléculas de agua.
IceCube es un proyecto del progama NextSTEP, desarrollado por la Morehead State University (MSU) en Kentucky e incluye a ingenieros de la NASA en el Goddard Space Flight Center en Greenbelt, Maryland y con la compañía Busek en Massachussetts. La NASA lo describe como un CubeSat de seis unidades, esto es, un satélite rectangular hecho de hasta seis unidades estándar de CubeSat, cada una midiendo un decímetro por lado. Fue construido por la MSU. Usa una antena terrestre de 21 metros para monitorear y comunicarse durante la misión.
En caso de que finalmente se dé el visto bueno para que el IceCube pueda ponerse en el lanzamiento de Orion, de todas maneras tardaría unos tres meses debido a que usa muy poco combustible lo que implican complicadas maniobras para ayudarse de la gravedad del Sol, la Tierra y la Luna para eventualmente poder llegar al satélite natural. Cuando llegue a su destino, estará en una órbita elíptica en la Luna altamente inclinada y empezará una misión de seis meses, en donde buscará agua en esos cráteres sombreados de los polos lunares.
IceCube tendrá un solo instrumento, el Broadband InfraRed Compact High Resolution Explorer Spectrometer (BIRCHES). Este es un detector infrarrojo de un millón de pixeles de resolución para estudiar la superficie lunar haciendo énfasis en la detección de agua en varias formas. De acuerdo a la NASA, BIRCHES puede medir la distribución de agua y de otros elementos volátiles en función de la hora del día, latitud y composición, entre otros.
Referencias: