Parry fue probado usando una variante de la prueba de Turing. Un grupo de psiquiatras experimentados dieron terapia a Parry o a pacientes reales. Otro grupo de 33 psiquiatras leyeron las transcripciones de esas conversaciones. A los dos grupos se les pidió que identificaran qué transcripción contenía un diálogo hombre/máquina (terapista/Parry) y en cuáles se hablaba de terapista/paciente real. Los psiquiatras pudieron identificar correctamente en un 48% de las veces. Eso parece estar de acuerdo c on un modelo equivalente al de la suerte en hallar el resultado deseado. Dicho de otra manera, Parry en principio engañó a más de un psiquiatra que creyó que era un paciente humano.
Sin embargo, Parry era un fraude porque en el fondo no entendía nada de lo que le decían o lo que contestaba. Sus respuestas se basaban, como en Eliza, en palabras claves. Si se le decía a Parry algo que tuviese la palabra «familia», éste contestaba con frases como «mi padre no me comprende». Si se hablaba de autoridad, Parry respondía con «la policía me está siguiendo». Eliza, de hecho, funcionaba literalmente de la misma manera. Fue hasta que Winograd llegó con SHRLDU, en donde se mostró un gran avance en lo que se refiere a comprender un lenguaje.
Referencias: