María Regina Apodaca Moreno, estudiante de la Facultad de Ciencias de la UNAM, ha diseñado un helicóptero que podría volar sobre la superficie marciana. Su vocación como física nació con la serie de ciencia ficción Star Trek. Quería ser como Scotty, el ingeniero de la nave Enterprise, pero le dijeron que eso era ficción y que en nuestro país no teníamos siquiera un nivel semejante.
La actual estudiante de física no se desanimó y convirtió su frustración en perseverancia. Su plan es convertirse en ingeniera aeroespacial. Con 22 años ya ha hecho una estancia de cuatro meses en el Centro de Investigación Ames de la NASA, en California. María Regina indica que lo logró después de año y medio de hacer la solicitud.
La estudiante recuerda que su primer contacto fue un profesor de física, Guillermo Govea Anaya, quien creyó en el sueño profesional de la estudiante y la ha impulsado. Dice María Regina: «Vio anunciada la convocatoria de la NASA en la página de la Agencia Espacial Mexicana. Él conocía mi interés por convertirme en ingeniera aeroespacial y me animó a enviar mis papeles».
La estancia de cuatro meses la compartió con cuatro internos más extranjeros. Provenían estos de Suecia y cursaban la maestría. Ella era la única mexicana y además, a nivel licenciatura. «También había otros de Estados Unidos, de diversas edades», comentó.
El compromiso de los internos era hacer la tesis sobre un tema asociado a una investigación de la agencia estadounidense. «La experiencia me ayudó a desarrollar mi trabajo, que será sobre un helicóptero que la NASA volará sobre Marte en la misión planeada para 2020», indica la estudiante. Se espera que sea el primer vehículo que pueda despegar y aterrizar varias veces en la superficie marciana. La estudiante trabajó con simulaciones de vuelo en un modelo a escala.
«Fabriqué el modelo del helicóptero como un proyecto de divulgación para niños que explicara lo que estamos haciendo. Hice una versión juguete respetando las características más importantes del equipo», dijo María Regina.
Hay que decir que las condiciones del aire en Marte no son estrictamente como en la Tierra, por lo que Regina, en su tesis, tuvo que estudiar la interacción entre el aire y la arena del suelo, tanto en el despegue como en el aterrizaje del helicóptero. «Cuando estos equipos aterrizan en la arena, como en Afganistán, generan una enorme nube de polvo. Como en la superficie de Marte hay algo parecido a arena, no queremos que dañe sensores o al helicóptero mismo».
En este tipo de proyectos hay que decidir sobre muchas variables. Por ejemplo, la nube de polvo generada ¿podría ser un problema para la misión? ¿para los sensores? El helicóptero en Marte es finalmente un proyecto sobre un concepto que en la Tierra es exitoso, pero habría que ver cómo podría comportarse en una atmósfera tan delgada como la del planeta rojo. Regina comenta: «Queremos demostrar que tenemos la tecnología para hacerlo en otro planeta».
La tesis de la estudiante es aun trabajo aún no terminado, pues faltan diversas simulaciones. El trabajo está siendo apoyado por Carlos Málaga, investigador del Instituto de Física, el cual ayuda en la simulación de fluidos.
Se espera que Regina termine el próximo año la licenciatura y buscará hacer una maestría en Estados Unidos o Europa. «Quiero estudiar ingeniería aeroespacial o instrumentación astronómica; luego regresar y aplicar mis conocimientos aquí», concluyó la estudiante.
Referencias: Gaceta UNAM
Foto: Animación de cómo será el producto final. NASA/JPL y Víctor Hugo Sánchez.