China lanzó la semana pasada un cohete al espacio que transportaba el módulo central de lo que será su estación espacial. Luego de poner en órbita el módulo, los restos del cohete lentamente han ido regresando a la Tierra por efecto de la gravedad y lo peor es que no hay certeza de cuándo ni dónde podrían caer al planeta.
Por lo pronto, el Global Times, un medio oficial chino, asegura que los restos del cohete seguramente caerán en el océano. Por su parte, Jonathan McDowell, astrofísico en el Centro de Astrofísica de la Universidad de Harvard, dijo en una entrevista a CNN que el riesgo de que pase una tragedia es mínimo.
En cualquier caso, el Pentágono ha dicho que está rastreando los restos del cohete, lo mismo que el Comando Espacial de Estados Unidos y la coincidencia en todos los organismos al pendiente es que el objeto reentrará en la atmósfera el fin de semana, sábado o domingo.
Aerospace.org también está rastreando los restos del cohete y pronostica que reentrarán en la atmósfera el sábado 8 de mayo, alrededor de las 7:30 p.m. hora de México. Sin embargo, esta predicción puede variar por eso las autoridades dejan un margen amplio de algún momento entre el 8 y el 9 de mayo.
Asimismo, la expectativa es que los restos caigan en algún lugar del Océano Pacífico. McDowell publicó en Twitter un hilo con datos de space-track.org en donde concluye que aún no hay certeza de cuándo ni dónde caerá el cohete.
El cohete Long March 5B chino está diseñado específicamente para poner los módulos de la estación espacial que el país asiático planea tener en operación la década entrante. El cohete dejó en órbita baja el módulo llamado Tianhe por lo que utiliza un propulsor central y cuatro laterales para colocar su carga útil.
En este caso el propulsor central también quedó en órbita baja y por efecto de la gravedad se acerca a la Tierra y su reentrada es sin control. Este será uno de los casos más grandes de reentrada incontrolada de una nave espacial que potencialmente podría caer en un área habitada.
La expectativa, hace unos días por parte del gobierno estadounidense es que los escombros cayeran en el Pacífico, cerca del Ecuador, después de pasar por ciudades del este de Estados Unidos. La órbita cubre una franja del planeta que va desde Nueva Zelanda hasta Terranova. El año pasado, una de las piezas más grandes de basura espacial incontrolada pasó directamente sobre Los Ángeles y Nueva York antes de caer en el Océano Atlántico.
Con un peso de casi 20 toneladas, los restos de este cohete chino son una de las piezas más grande de basura espacial que caen a la Tierra sin control. Esto no sucede con frecuencia porque las agencias espaciales suelen evitar dejar grandes objetos en órbita con el potencial de volver a la Tierra sin control.
Según McDowell, aunque no hay una ley, todos los países del mundo saben que no pueden dejar escombros tan grandes porque representan un riesgo.