Un Ingeniero de Software de Nueva Zelanda llamado Ivan Sentch está armando una réplica de un Aston Martin DB4 de 1961. En el mundo, sólo existen 1,200 modelos de este auto y cada uno cuesta hasta un millón de dólares. Sentch utilizó un render de TurboSquid y lo modificó para que fuera más exacto y para que quedara a su gusto.
Sentch no sabe mucho de impresiones 3D, pues apenas comenzó a hacer uso de esta tecnología hace poco, pero con un el software 3ds Max de Autodesk y una impresora 3D de Solidoodle, este hombre ya completó más del 70% de la impresión de las partes que necesita. El proceso consiste en imprimir las pequeñas piezas, ponerlas en una base de madera y luego pegarlas, así que su proyecto se ve bien hasta ahora, pero no ha sido algo fácil de lograr.
Antes del proyecto del Aston Martin, Sentch creó un Ferrari 250 GTO con partes de un Nissan Skyline GTS del ’93, pero imprimir un auto que tiene un número tan limitado de ediciones genuinas es algo completamente diferente y mucho más complicado. Hasta ahora, Sentch ha gastado más de 2,000 dólares el la impresión con fibra de vidrio.
Ya que el exterior esté completo, este hombre comenzará a construir el interior, pintará el auto y se asegurará de que funcione. El Aston Martin de Sentch debería estar completamente terminado en unos cinco años y cuando lo esté, el orgulloso creador podrá presumir su Aston Martin DB4 en las calles. Habrá que ver como queda el producto final, pero por el nivel de detalle y dedicación que Sentch ha mostrado hasta ahora, parece que logrará crear un auto que aunque estará impreso en 3D, tendrá mucha calidad. Aún así, yo no pisaría demasiado el acelerador de un coche impreso en 3D, ¿y ustedes?
Referencia: REPLICADB4