Desde que la televisión hizo su aparición en la sociedad, hemos escuchado que si vemos la pantalla demasiado cerca o por mucho tiempo dañaremos nuestros ojos. ¿Pero esto es mito o realidad? Actualmente con tantos dispositivos que cuentan con una pantalla como computadoras, smatphones o tablets muchas personas aún tienen la duda de los efectos que pueden tener estos aparatos sobre nuestros ojos.
Entonces, ¿estos aparatos realmente dañan nuestros ojos? Te alegrará saber que al igual que muchos otros mitos, simplemente no hay evidencia científica que sustenten estas historias. Es prácticamente imposible lesionar los ojos mirando a algo, a excepción de el sol.
Al nacer nuestros ojos son aproximadamente el 75% del tamaño de un ojo adulto. Durante los primeros dos años de vida, el nervio óptico, la función visual, y las estructuras internas del ojo continúan su desarrollo. La agudeza visual de un recién nacido es aproximadamente 20/400. Esto es equivalente a ver solo la letra “E” en una tabla de letras para examinar la vista. La visión lentamente aumenta a 20/20 para la edad de 2 años.
A partir de los 12 años más o menos, nuestra capacidad para acomodar la visión va disminuyendo gradualmente a medida que el cristalino se endurece dentro de los ojos y aproximadamente a los años 40, esta función se ha reducido hasta el punto de leer de cerca puede ser problemático.
Cuando se lee un libro, la luz del entorno ambiental se refleja de la superficie del papel y en los ojos. La retina en la parte posterior del ojo capta la luz y comienza el proceso de conversión en una señal que el cerebro comprende. El proceso de lectura de las pantallas es similar, excepto en que la luz es emitida directamente por la pantalla, en lugar de ser reflejada. Es por eso que algunas personas se preocupan acerca de la radiación procedente de pantallas pero esta radiación principalmente solo es luz visible, las otras emisiones son de baja energía e inocuas.
En cuanto al tiempo muchas personas se quejan de que los períodos prolongados frente a una pantalla les ocasionan dolor de cabeza y dolor de ojos. Esto es porque cuando miramos objetos cercanos nuestros ojos se acomodan para enfocarlos y esto requiere la contracción de los músculos oculares, los cuales con el tiempo se fatigan y dan lugar a los síntomas que conocemos como la fatiga visual.
Esto no quiere decir que las pantallas causen un daño permanente, los síntomas se resuelven espontáneamente cuando se toma un descanso.
La otra cuestión es sobre si el tamaño de la pantalla importa. Y la respuesta solo depende si el vidente está afectado por alguna enfermedad de la óptica, ya que una visión normal el tamaño no tiene no ninguna repercusión a la salud.
En conclusión, las pantallas de cualquier dispositivo no daña los ojos, pero puede ocasionar fatiga visual. Se debe ajustar la iluminación de la pantalla y descansar los ojos brevemente cada hora, además de parpadear continuamente para evitar que los ojos se sequen. Finalmente se recomienda ir al oftalmólogo al menos una vez al año.