SpaceX es la compañía privada que ve al espacio de forma comercial. Encabezada por el millonario de la tecnología, Elon Musk, el cohete Falcon 9, propiedad de la mencionada empresa, ha apostado a hacer cohetes más reutilizables, algo así como los aviones, de manera que el costo disminuya y haya incluso la posibilidad de más lanzamientos usando los mismos equipos.
SpaceX de hecho ya ha podido regresar a la Tierra 30 de estos cohetes que le dan fuerza a las naves espaciales, de manera que puedan ser usados estos en las siguientes misiones. Cabe recordar que en el pasado, la NASA lanzaba enormes cohetes que terminaban como basura en los océanos, además de que el costo de dichos cohetes era gigantesco.
En el lanzamiento ocurrido el lunes, la primera etapa del mismo fue sin problemas, como muchos otros lanzamientos anteriores. Muchos minutos después de que se encendiesen los cohetes, la porción blanca del cohete, «el tronco», por decirle de alguna manera, el cual se conoce formalmente como la primera etapa, se separó de la segunda etapa. Entonces esta primera etapa encendió sus cohetes e hizo un aterrizaje controlado en una plataforma en el océano Pacífico. El lanzamiento completo puede verse aquí:
Mientras esto pasaba, la segunda etapa se movía al espacio profundo, llevando 15 micro-satélites y 49 CubeSat, que pertenecen a 34 clientes diferentes, incluyendo fuentes públicas, privadas y universitarias de 17 países diferentes, en donde están Sur Corea, Francia y Kazakhstan. La compañía SpaceFlight fue la que hizo posible el poner tantos satélites en el mismo cohete.
Hay que decir que cada kilogramo que se sube al espacio puede costar aproximadamente unos 30 mil dólares. Los micro-satélites pesan unos 6 kgs. y los CubeSats son de hecho más chicos. Los satélites se pondrán en órbita en las siguientes horas al lanzamiento.
Curiosamente no todos los satélites tienen una misión científica. El Museo de Arte de Nevada mandó una escultura llamada «Reflector Orbital», creación del artista Trevor Paglen. Esta es una escultura reflejante, inflable, diseñada para dispararse desde el satélite y orbitar la Tierra por muchas semanas antes de que re-ingrese en la atmósfera (y se queme), indicó el museo.