Los difíciles terrenos del la montaña Vera Rubin, en Marte, que ha sido la casa del robot Curiosity de la NASA por más de un año, quedarán atrás, pues es momento de llevar a la sonda a otros sitios. Como un gesto final de su aventura por esta región, el Curiosity capturó una imagen panorámica de 360 grados del sitio donde trabajó por tanto tiempo.
El 19 de diciembre del 2018, el Curiosity usó su Cámara Mast para capturar la imagen de 360 grados, que se compuso de 112 fotografías, mostrando la siguiente área de trabajo, el piso del cráter Gale y la majestuosa montaña Sharp en el fondo. Los colores de la imagen se ajustaron para que las rocas y la arena se viesen como en las condiciones de luz de día de la Tierra.
Hoy la sonda de la NASA InSight y el Curiosity son las únicas naves en terreno marciano que funcionan. E Opportunity ha estado incomunicado después de una tormenta masiva de polvo que estuvo por todo Marte el verano pasado, haciendo probable que los paneles solares del Opportunity se hayan cubierto de polvo y por ende, se le haya acabado la energía, tal vez para siempre. Por su parte el Curiosity ha explorado la superficie marciana desde el 2012 y sigue investigando, a pesar de que sus llantas han sufrido una serie de dificultades, así como fallas en su computadora principal, que ha tenido que desplazar todos los datos a su respaldo, pero que limita de alguna manera su funcionamiento.
El Curiosity está en el cráter Gale, en donde ha explorado minerales ricos en hierro. Los datos acumulados por la sonda sugieren que las rocas se han formado de sedimentos que se han recolectado y colocado en el fondo, que fueron parte de un lago marciano que ya se ha secado. El por qué las rocas no tienen erosión como la parte inferior de donde se encuentran, sigue siendo un misterio.
La zona ha sido estudiada a detalle y los científicos de la misión han decidido dirigir el Curiosity a una nueva región, bautizada como Glen Torridon, de acuerdo con el comunicado de prensa de la NASA. El Curiosity estará trabajando alrededor de un año en esta región, buscando posibilidades para ver su capacidad de ser habitable.
La nueva zona de trabajo del Curiosity promete en términos del potencial científico. El Mars Orbiter sugiere que las rocas de esa región están llenas de filosilicatos, minerales que se forman en el agua. Los datos recolectados en Glen Torridon podrían explicarnos mejor sobre los viejos lagos que alguna vez estuvieron presentes en el cráter Gale, durante la historia inicial del planeta rojo.
«Además, esta área podrá contener minerales que se conocen como trampas y que permiten preservar moléculas orgánicas», indicó el científico del proyecto, Ashwin Vasavada, mencionando que «esto hace esta área especialmente prometedora, y el equipo ya está analizando dónde podrá el Curiosity hacer sus perforaciones».
Hay que indicar que el Curiosity ya ha encontrado moléculas orgánicas en Marte, y aunque ni pueden estas generar la vida, son los ingredientes fundamentales de la misma. La presencia de agua en algún momento de la historia marciana y de las moléculas orgánicas en la superficie, son indicativos de la capacidad del planeta para albergar vida, pero se requieren más datos para demostrar esto. Explorando la zona de Glen Torridon, el Curiosity podría descubrir evidencia de un medio ambiente propicio para la posibilidad de que la hipotética vida marciana emergiera.
Si los científicos pueden demostrar que Marte fue habitable y si esto es así, entonces habría dos planetas que tuviesen la capacidad de albergar la vida. Esto podría ser una importante ramificación sobre el entendimiento sobre la capacidad del Universo para la creación de la vida en general.