La Tierra no es un lugar muerto, sino que tiene su propia vida y sus manifestaciones, en donde muchas veces los seres humanos nos convertimos desafortunadamente en víctimas. Los sismos son un peligro en muchas partes del mundo y se adjudica su existencia al movimiento de las placas tectónicas continentales, las cuales se mueven lenta, muy lentamente, pero cuando chocan, generan ondas de movimiento que hacen que la tierra en muchos kilómetros se mueva.
Hoy en día nadie puede afirmar que se pueden predecir los sismos y ante esta realidad, lo único que queda es tomar precauciones al respecto. Una idea que parecía buena pero que fue implementada por el gobierno de la ciudad de México, la “alarma sísmica”, se supone podría avisar de un sismo en la costa de Guerrero (donde se dan con frecuencia) con la suficiente prontitud para tomar acciones defensivas. Si consideramos que Guerrero está a unos 400 kms., las señales sismológicas podrían detectarse de forma que nos dieran unos 45 segundos, tiempo quizás razonable para ponernos a salvo.
Pero como ocurre muchas veces con estos proyectos, el gobierno en turno gasta millones de pesos y la alarma falla en avisar la posible presencia de un sismo por venir, por lo que lo único que podemos concluir es que hay dispendio o los sistemas por extrañas razones, fallan en el momento necesario.
Por ello, tal vez el siguiente proyecto pueda ser una alternativa a los problemas antes mencionados. Con una Raspberry Pi se puede crear un sismógrafo. Este se ha llamado Raspberry Shake, el cual ya se anuncia como un proyecto cooperativo en Kickstarter. De hecho, es una actualización de una versión previa, el cual tiene mayor sensibilidad y se ha bautizado como Raspberry Pi 4D.
Mike Hotchkiss, uno de los creadores de Shake, indica que la nueva versión es compatible con el sistema denominado EEW (Early Earthquake Warning – Sistema de Advertencia tempranero). Además dice que los sismógrafos tradicionales pueden costar miles de dólares, mientras que el Shake 4D, que ofrece sensibilidad parecida, cuesta unos 500 dólares y para quien apoye en la campaña de Kickstarter, el precio sería de unos 300 dólares.
“Con este precio es posible que investigadores, científicos, institutos y organizaciones gubernamentales, puedan hacerse de miles de unidades a un mismo precio en lugar de adquirir solamente decenas de monitores de sismos”, dice Hotchkiss. “No se requiere ninguna instalación especial ni un sismólogo profesional para instalarlo. Sólo póngase en donde se desea, conéctese y ¡listo!”.
Para que el lector se dé una idea de qué tan sensible es este sismógrafo, vea la siguiente demostración:
Cabe decir que el sistema Raspberry Shake original ya había sido adoptado por sismólogos profesionales, incluyendo en el Oklahoma Geological Survey, quien compró 100 de ellos para añadir a su red EEW. Sin embargo, Hotchkiss dice que las personas pueden hallar otros usos para el dispositivo: “hemos encontrado que muchos de nuestros usuarios caseros están usando los ‘shakers’ para diversos usos. Por ejemplo, cuando se inyecta a la tierra agua o cuando una empresa hace fracking”.
Pero sea el uso que se le quiera dar, parece que este sí es un dispositivo que bien podría sustituir los sismógrafos comerciales. La electrónica digital finalmente se está acercando cada vez más al hombre de la calle en muchísimos aspectos.
Referencias: The Verge, Kickstarter