Científicos del SINTEF (Fundación para la Investigación Científica e Industrial del Instituto Noruego de Tecnología) han desarrollado una chaqueta incorporada con varios sensores para el seguimiento de la salud de trabajadores en entornos laborales extremos como en instalaciones petroleras o árticas. La prenda será capaz de medir en tiempo real el estrés fisiológico, el nivel de actividad, la temperatura hasta por debajo del punto de congelación y la humedad tanto del interior como del ambiente.
En la actualidad, las mediciones de temperatura y viento son los únicos indicios de seguridad para trabajar en lugares bajo condiciones climáticas extremas. El desarrollo de esta chaqueta es parte del proyecto ColdWear que inicio desde el 2008 y tiene el objetivo de proporcionar indicadores de las condiciones en que el trabajo se está llevando a cabo, y de la forma en que el usuario está haciéndole frente bajo condiciones extremas.
La chaqueta contiene el módulo IsenseU, que consiste en el control electrónico, un transmisor inalámbrico y una batería, así como varios sensores. Un sensor de actividad que mide el movimiento, rotación y dirección. Se compone de un acelerómetro, un giroscopio y una brújula digital, que permitirá detectar la posición de un trabajador y el movimiento con gran detalle, además de ver fácilmente si la persona está parada o activa, así como la medición de la temperatura, la humedad y el sudor.
La chaqueta además puede medir fenómenos como las vibraciones. Esto puede ser valioso para medir la tensión experimentada por los trabajadores que utilizan barrenos y otras máquinas, mientras que los sensores de la manga registran la humedad del aire y temperatura ambiente.
La chaqueta se comunica con el entorno a través de Bluetooth Smart que requiere muy poca energía para ser enviados a un teléfono inteligente o PC.
“La integración de los sensores avanzados en una chaqueta diseñada para soportar el frío y el duro trato ha sido un reto, los requisitos son contradictorios, los sensores tienen que estar en contacto con el aire y la piel, pero al mismo tiempo tienen que estar protegidos por el uso rudo”, dice Øystein Wiggen, fisiólogo e investigador del Centro de Investigaciones del SINTEF.
Para el cableado de la chaqueta se ha usado un hilo espacial con propiedades conductoras que puede ser tejido en la tela, doblado y estirado en todas las direcciones posibles, además de ser lavable, esto con el propósito de resistir las condiciones más exigentes.
Esto sin duda es un pequeño vistazo de lo que tal vez podrían ser la prendas del futuro. Ahora el equipo está utilizando los conocimientos adquiridos para desarrollar nuevos productos, incluyendo ropa especialmente desarrollada para atletas de alto rendimiento.
Referencia: SINTEF