El cuerpo humano es un sistema muy complejo, formado por un sin número de partes para formar un todo y muchas de ellas como por ejemplo el hígado puede regenerarse después de sufrir cierto daño, pero otros como el sistema nervioso se considera irreparable o de muy lenta recuperación, dejando a muchas personas con una vida de dolor, movilidad limitada o parálisis.
Investigadores de la Universidad de Tel Aviv, han inventado un método para reparar y regenerar los nervios periféricos dañados, a través de un implante biodegradable en combinación con un Gel regenerativo que aumenta el crecimiento del nervio hasta su curación, recuperando la funcionalidad de un nervio roto o deteriorado.
Este innovador proyecto está ganando reconocimiento internacional. Sus primeros éxitos fueron reportados recientemente en varios congresos científicos de renombre, entre ellos la Federación Mundial de Sociedades Neurológicas y de la Sociedad Europea de Neurología. La terapia, ya está probada en modelos animales, y se encuentra a pocos años de uso clínico, dice el Dr. Rochkind principal responsable de la investigación.
Un nervio es como un cable eléctrico. Cuando es cortado o dañado, la energía ya no puede ser transferida y el cable pierde su funcionalidad. Del mismo modo, un nervio dañado pierde la capacidad de transferir señales para el movimiento y la sensibilidad a través del sistema nervioso.
En este método, los dos extremos cortados de un nervio dañado se vuelven a conectar mediante la implantación de un tubo blando y biodegradable, que sirve como un puente para ayudar a conectar el nervio. El gel innovador que recubre el interior del tubo nutre el crecimiento fibras nerviosas, estimulando el nervio para reconectar los extremos cortados a través del tubo, incluso en los casos con gran daño refieren los autores.
La clave está en la composición del gel, este tiene tres componentes principales: antioxidantes, que presentan actividades anti-inflamatorias, una lámina de péptidos sintéticos, que actúan como una vía de ferrocarril para que las fibras nerviosas crezcan a través de ella, y ácido hialurónico, que se encuentra comúnmente en el feto humano y que sirve como un amortiguador frente a la desecación, un peligro importante para la mayoría de los implantes.
“El implante ya ha sido probado en modelos animales, y el gel por sí mismo puede ser utilizado como un producto independiente, que actúa como una ayuda a la terapia celular, no sólo es capaz de preservar las células, ya que puede apoyar su supervivencia cuando se usan para la terapia y el trasplante”, dice el Dr. Rochkind.
Este es un gran avance que podría tener implicaciones en una gran cantidad de enfermedades neurológicas como por ejemplo para el tratamiento del Parkinson, neuralgias y parálisis, por lo que esperemos pronto veamos resultados positivos en las pruebas con humanos.
Referencia: Tel Aviv University