Hemos visto en varias oportunidades que tanto el arte como la tecnología pueden ir de la mano. Apenas hace algunas semanas les contamos cómo diseñaban un vestido para Dita Von Teese por medio de una impresora 3D. Ahora nos sorprendemos con la artista norteamericana Heather Dewey-Hagborg, que tiene una forma muy particular de crear retratos. Con su obra llamada Stranger Visions, basada en la impresión 3D de rostros derivados de diferentes muestras de ADN que recolecta en las calles.
La artista tomo la idea durante una sesión de terapia, cuando observó un cabello atrapado en una pequeña fractura que había en el vidrio de un cuadro. Su siguiente paso fue establecer hasta qué punto se pueden determinar las características físicas de quienes ignorándolo por completo dejan atrás su identidad. Así fue como recurrió al laboratorio comunitario, en donde adquirió el conocimiento suficiente
La idea de esta artista es generar conciencia colectiva sobre el determinismo genético y la potencialidad de la existencia de una cultura futura basada en el control y vigilancia genéticos. Algo que cuando pensamos sin analizar demasiado, pensamos que es bastante descabellado, pero que gracias al trabajo de Dewey-Hagborg consideramos como una posible realidad.
Según la misma autora del proyecto, sus retratos no son una copia exacta del aspecto de la persona, sino que tienen un “aire familiar” a sus dueños originales.
“Por supuesto mis trabajos no son perfectos, por eso planeo ampliar el número de rasgos de cada individuo para agregar detalles como, por ejemplo, pecas o una tendencia al exceso de peso”, dijo Dewey-Hagborg.
Referencia: Stranger Visions