La prueba de Turing se refiere a la idea de dar con algún criterio para demostrar que una computadora puede ser inteligente. La prueba consiste en un desafío: Se supone un juez situado en una habitación, una máquina y un ser humano en otra. El juez debe descubrir cuál es el ser humano y cuál es la máquina, estándoles a los dos permitido mentir o equivocarse al contestar por escrito las preguntas que el juez les hiciera. La tesis de Turing supone que si ambos jugadores son suficientemente hábiles, el juez no podrá distinguir quién es el ser humano y quién la máquina.
Pero parece ser que a más de uno la prueba aún deja de ser convincente. En la Conferencia sobre Inteligencia Artificial AAAI 2015, Gary Marcus, profesor de psicología de la Universidad de Nueva York, indicó que este ejercicio se ha convertido en decepción y evasión, es decir, no parece ya ser suficiente para poder catalogar algo como inteligente. El académico se refiere al incidente sonbtre el chatbot (un programa platicador), que personifica a un chico ucraniano de 14 años llamado Eugene Goostman, el cual presumiblemente pasó la prueba de Turing. Marcus dice: “todo el escándalo hecho alrededor de este anuncio -en donde práqcticamente todos los blogs de tecnología lo reportaron- ignoran una pregunta fundamental: “¿Qué es exactamente Eugene Goostman y qué hace que su triunfo sobre la prueba de Turing signifique para el futuro de la IA?
Y Marcus ontinúa: “Lo que representa la victoria de Goostman es simplemente que podemos fácilmente engañar a otros”. Pero esto plantea preguntas más importantes, por ejemplo, ¿¿Podemos enseñar a pensar a una computadora o solamente a ejecutar algunos trucos? De hecho, en esta conferencia se planteó un par de retos para los posibles candidatos al campeonato Turing: Uno es el reto basado en el lenguaje, propuesto por Héctor Levesque y construido bajo los criterios de Terry Winograd (el creador del programa SHRLDU), en donde los participantes requieren entender el significado de las oraciones que son fáciles para los seres humanos de entender a través de su conocimiento del mundo exterior. Un ejemplo simple podría ser: “el trofeo no cabe en la maleta café porque es demasiado grande”. “¿Qué es demasiado grande?” Todos los seres humanos entendemos los tamaños relativos de maletas y trofeos, pero la frase podría considerarse ambigüa, es decir, se requiere del conocimiento del mundo exterior para comprender la pregunta que se está haciendo.
Marcus propone una variación: construir un programa de computadora que pueda ver cualquier programa arbitrario de TV o de youtube y responder preguntas sobre su contenido. Esto es parecido a hacer un programa que lea un texto y haga un resumen de lo más relevante del mismo, por ejemplo, si se trata de una noticia de nota roja, o de la parte de política internacional.
Y Marcus indica que los programas que chatean, como Goostman, pueden llevar a cabo una conversación corta sobre la TV, pero solamente está blofeando, porque no entiende nada de lo que está hablando. Claramente estos programas de chateo no son en esencia diferentes a Eliza o Parry, que podían simular un psiquiatra o un paranoico, respectivamente, pero en ambos casos las conversaciones con seres humanos simulaban entender, cuando en el fondo simplemente seguían palabras claves para hacer creer a los interlocutores humanos que entendían de los temas que hablaban.
Otras ideas son por ejemplo, la elaboración de preguntas/respuestas para producir máquinas que podrían responder a pruebas estandarizadas de la escuela elemental y tal vez usar eventualmente este conocimiento para enseñar a los estudiantes humanos. Esto es en alguna medida una versión de la prueba Ikea, en donde se supone se le pide a robots para que cooperen con humanos para construir un mueble que hay que armar. Esto implica interpretar instrucciones escritas, eligiendo las piezas correctas y poniéndolas en las posiciones adecuadas para que el equipo humano pueda poner los tornillos que las fijan.
Así pues, la concepción de Tuering sobre lo que es una máquina inteligente se sigue poniéndo en tela de juicio. En mi opinión, la única manera real de pasar la prueba es que el programa en cuestión sea consciente de sí mismo. Si no es así, siempre nos quedará la duda sobre su posible inteligencia.
Referencias: