Alan Turing es conocido como el padre de la computación pero sus aportaciones a la biología y la química no son tan renombradas. Ahora, 60 años después de su muerte, científicos estadounidenses han validado una de sus investigaciones en estos campos, “La teoría de la morfogénesis” o cómo idénticas copias de una sola célula se diferencian, por ejemplo, en un organismo con brazos, piernas y cabeza.
Turing fue el primero en ofrecer una explicación de la morfogénesis a través de la química. Teorizó que las células biológicas idénticas se diferencian, cambian de forma y crean patrones a través de un proceso llamado reacción de difusión intercelular.
En este modelo, un sistema de productos químicos reaccionan entre sí y se difunden a través de un espacio, es decir, entre las células en un embrión. Estas reacciones químicas necesitan un agente inhibidor para suprimir la reacción y un agente de excitación para activar la reacción. Esta reacción química, difundida a través de un embrión, crea patrones de células químicamente diferentes, Turing predijo que de este modelo podrían salir seis patrones diferentes.
Los investigadores de la Universidad de Brandeis y la de Pittsburgh crearon anillos de estructuras sintéticas similares a células activando e inhibiendo reacciones químicas para poner a prueba el modelo de Turing. Observaron los seis patrones más un séptimo no previsto por el científico.
Como Turing teorizó, las estructuras idénticas una vez, ahora químicamente diferentes también comenzaron a cambiar de tamaño debido a la ósmosis.
Esta investigación podría afectar no solo al estudio de la evolución biológica, y cómo patrones similares se forman en la naturaleza, sino también a la ciencia de los materiales. El modelo de Turing podría ayudar al crecimiento de los robots blandos con ciertos patrones y formas.
Para los investigadores, el estudio, publicado en la revista Actas de la Academia Nacional de Ciencias, valida a Turing como un pionero en muchos campos diferentes. Después de descifrar el código alemán Enigma, acelerar la victoria de los aliados en la Segunda Guerra Mundial, Turing fue condenado al ostracismo por el gobierno británico. Fue declarado culpable de homosexualidad, un crimen en la Inglaterra de 1950 y condenado a la castración química.
Publicó “La base química de la morfogénesis” poco después de su juicio y se suicidó menos de dos años después, en junio de 1954. Solo tenía 41 años.
Referencia: PNAS