La reciente actividad del Popocatépetl nos llevó a preguntarnos, cuáles son los efectos que generan su actividad en nuestra salud y qué tendríamos que hacer en caso de que hiciera erupción. Actualmente ante una posible erupción, es difícil conocer cuáles serían las zonas afectadas ya que el evento puede dirigirse en varias direcciones, lo más que se puede decir es que si ocurriera del lado norte o noreste, o este y sureste, el estado de Puebla se vería afectado. Si saliera del lado sur se vería afectado el estado de México y posiblemente el estado de Morelos, y si saliera del lado oeste y suroeste se vería afectada la región en donde se encuentra la población de Amecameca.
Sin embargo una erupción volcánica no obedece a ninguna ley de periodicidad, y hasta la fecha no ha sido posible descubrir un método capaz de predecir con suficiente antelación cuándo va a ocurrir el fenómeno para organizar una evacuación, aunque a veces vienen precedidas por sacudidas sísmicas y por la emisión de fumarolas. Su violencia se relaciona con la acidez y cantidad de lava, gases y ceniza expulsada, además que, en el caso particular del Popo, al contener hielo equivalente a 17 millones de metros cúbicos de agua, éste afectaría con flujo de lodo a los poblados de Santiago Xalitzintla, San Nicolás de los Ranchos y San Pedro Benito Juárez. Las zonas que serían afectadas por las cenizas y los gases dependerían de la dirección de los vientos, principalmente a la altura del cráter.
El Popocatépetl (El cerro que humea) es el segundo volcán más alto de México, con una altura de 5,452 metros y con una edad aproximada de 730,000 años. Se localiza a 72 km al sureste de la Ciudad de México, 43 km de Puebla, 63 km de Cuernavaca, y 53 km de Tlaxcala. Es un volcán compuesto, conocido también como estratovolcán, formado por una zona de subducciones (proceso de hundimiento de una placa tectónica bajo otra en un límite convergente), en el que interviene las placas tectónicas de Cocos y la placa Norteamericana. Ha estado siempre activo, aunque con grandes lapsos de reposo. En 1991 se inició un incremento en su actividad y a partir de 1993 las fumarolas eran ya claramente visibles desde distancias de alrededor de 50 kilómetros. En 1927 se le provocó una erupción por dinamitación del cráter para extraer azufre, pero la última erupción violenta se registró el 18 de diciembre de 2000.
(Subducción)
El material rocoso expulsado se encuentra de 4 a 200 kilómetros de profundidad, donde pueden alcanzar temperaturas superiores a los 1000°C. Habitualmente la lava recién emitida bordea temperaturas entre 700 °C y 1200 °C, dependiendo de su composición química.
La ceniza volcánica se compone de finas partículas de roca volcánica fragmentada (de menos de 2 mm de diámetro), las recientemente caídas pueden tener un recubrimiento ácido que causa irritación en pulmones y ojos. Este recubrimiento ácido desaparece fácilmente con la lluvia, pero ésta puede arrastrarlas contaminando las reservas de agua local. La ceniza ácida también puede dañar la vegetación, haciendo fracasar las cosechas en la región afectada.
En cuanto a sus efectos a la salud estos pueden ser clasificados en varias categorías: efectos respiratorios, síntomas oculares, irritación cutánea y efectos indirectos. Los síntomas más comunes incluyen:
- Irritación y secreción nasal.
- Irritación y dolor de garganta, algunas veces acompañados de tos seca.
- Personas con problemas pulmonares previos pueden desarrollar síntomas severos de bronquitis.
- La exposición prolongada a cenizas finas puede producir enfermedades pulmonares serias, por ejemplo silicosis cuando las cenizas son muy finas y contienen sílice cristalino.
- Irritación y enrojecimiento de la piel, hasta Infecciones secundarias debido al rascado.
- Sensación de cuerpo extraño en los ojos y abrasiones corneales.
- Dolor ocular, escozor e inyección conjuntival (ojos rojos).
- Secreción pegajosa o lagrimeo.
- Conjuntivitis
- Fotosensibilidad
Dentro de los efectos indirectos podemos encontrar la reducción de la visibilidad en las carreteras, que además reducen la tracción en la vía muchas veces haciendo intransitables las carreteras, aislando comunidades del suministro de recursos básicos.
La ceniza húmeda es conductora de electricidad, de manera que es esencial que se cumplan estrictamente los procedimientos operativos de seguridad al limpiar los equipos de abastecimiento eléctrico.
¿Qúe hacer con las cenizas?
Limitar los desplazamientos de vehículos inmediatamente después de una lluvia de cenizas.
Aunque haya sido ligera, las condiciones para conducir, la visibilidad y la calidad del aire pueden verse dramáticamente afectadas, debido al movimiento y suspensión de cenizas a causa de vehículos.
Mantener todas las puertas y ventanas cerradas.
Quienes lleven a cabo tareas de limpieza deben usar gafas y mascarillas protectoras anti-polvo efectivas, estas se puede improvisar con una mascarilla de tela o trapo para filtrar las partículas más grandes que suelen ser las responsables de producir la irritación en ojos y garganta.
Humedecer la tela con agua mejora su efectividad.
Se recomienda a los pacientes con bronquitis crónica, enfisema o asma que permanezcan en el interior de sus casas y eviten cualquier exposición innecesaria a las cenizas.
Humedecer ligeramente los depósitos de cenizas antes de que sean retirados.
El cepillado en seco puede generar niveles muy altos de exposición y debe ser evitado.
Almacenar agua potable.
El agua contaminada de cenizas se puede beber sin peligro para la salud, pero es mejor filtrar las partículas de cenizas antes de ingerirla. Sin embargo, las cenizas incrementan la necesidad de cloro en aguas superficiales desinfectadas, por lo tanto, pueden volverse microbiológicamente inseguras. Las cenizas generalmente dan un sabor desagradable al agua potable antes de que ésta represente un riesgo para la salud.
Como mencionamos anteriormente la erupción así como su intensidad son parámetros que no se pueden predecir, pero es mejor estar informado para saber cómo reaccionar ante un suceso de este tipo. También te recomendamos estas notas que hemos escrito sobre emergencias y desastres para que complementes la información:
Autopsia de una erupción volcánica
Vigile el Popocatépetl desde su casa
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Mi policía, una app para emergencias en el DF
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