Francis Crick y James Watson son corresponsables de uno de los hallazgos científicos más cruciales de la historia de la humanidad: la estructura molecular del ADN; sin embargo, pocos conocen qué avances tecnológicos permitieron descubrir la estructura del ADN.
El británico Crick y el estadounidense Watson nunca se imaginaron que en 1953, tras publicar en la revista científica Nature su trabajo que muestra el descubrimiento de la estructura de doble hélice del ADN, abrirían el camino para más disciplinas científicas. Ello permitiría conocer más sobre la información genética de los seres vivos, mutaciones, enfermedades hereditarias, evolución y hasta, en tiempos más modernos, la misma manipulación genética.
Desde finales del siglo XIX se tuvieron los primeros conocimientos del ADN cuando el biólogo Johan Friedrich Miescher logró identificarlo por primera vez al aislarlo y llamarlo nucleína. De igual manera, en 1889 el patólogo alemán Richard Altmann redefinió su nombre como ácido nucleico para que luego el médico también germano Albert Kossel aportara datos sobre la presencia de la adenina, guanina, citosina y timina en la molécula del ADN.
Tras otras décadas de avances científicos -en las que se descubrió la existencia del ARN y se concluyó que el ADN era la molécula encargada de llevar nuestra información genética-, en 1953 se dio a conocer la forma con la que conocemos hoy al ADN, pero ¿qué avances tecnológicos permitieron descubrir esta estructura?
Qué avances tecnológicos permitieron descubrir la estructura del ADN
Para que Crick y Watson descubrieran la estructura del ADN fue vital el desarrollo del microscopio, cuya historia se puede rastrear hasta los griegos, pero se atribuye a Zacharias Janssen durante el siglo XVI, aunque Anton van Leeuwenhoek lo perfeccionó mediante el uso de diversos lentes en el siglo XVII.
Otro avance tecnológico que jugó un papel importante para descubrir la estructura del ADN fue la cristalografía de rayos X, gracias a Rosalind Franklin, quien logró mejores tomas de la estructura del ADN, entre ellas la icónica Fotografía 51. La cristalografía de rayos X ayuda a ver estructuras a nivel atómico y funciona mediante la difracción de rayos X por sólidos en estado cristalino, por lo que las tomas que capturó -sobre todo la 51- fueron de vital importancia para Crick y Watson para desarrollar la estructura.
Mediante estas tomas los científicos Crick y Watson determinaron que la estructura del ADN es de doble hélice, tal y como la conocemos ahora. A partir de ese descubrimiento es que gran parte de la medicina moderna y la ciencia han dado pasos agigantados al permitirnos conocer más sobre los seres vivos.