Un grupo de ingenieros e investigadores del Massachusetts Institute of Technology (MIT) en Corea del Sur desarrolló una ‘piel inteligente’ a prueba de sudor.
Se trata de un parche adhesivo que integra sensores de monitoreo de la salud en un patrón de conductos con ‘poros’ para permitir que la piel del usuario siga respirando y, al mismo tiempo, evite que la ‘piel’ se desprenda o falle.
Para probar estos resultados, el equipo puso a un voluntario a sudar durante una semana, con actividades que incluyeron desde correr hasta consumir comida muy picante.
Además de las pruebas de resistencia al sudor, durante este periodo se demostró la flexibilidad de la ‘piel inteligente’, capaz de estirarse y doblarse junto con la del usuario.
A pesar del sudor, la ‘piel’ del MIT en Corea del Sur logró medir continuamente aspectos como la temperatura, pulso, nivel de hidratación y de exposición a los rayos UV del voluntario.
Todas estas características, al ser funcionales durante largos períodos de tiempo, implican un nuevo hito para las ‘pieles inteligentes’, en las que se ha trabajado desde hace años.
“Esto no ha sido posible con diseños anteriores”, aseguró el MIT. Los resultados, publicados en la revista Science Advances, son un paso hacia pieles inteligentes duraderas que pueden rastrear los signos vitales diarios, la progresión del cáncer de piel y otras afecciones”, agregó.
Para que este parche pueda funcionar, sus creadores desarrollaron una técnica llamada epitaxia remota, que consiste en generar películas semiconductoras ultrafinas y de alta calidad al calentar obleas de este material a altas temperaturas y despegar selectivamente las películas, que luego se apilan para formar sensores mucho más delgados y flexibles que los convencionales.
Inspirada en los poros humanos
En busca de inspiración para el diseño, los investigadores observaron los poros humanos, que miden alrededor de 100 micrones y están distribuidos aleatoriamente por toda la piel. El equipo hizo algunas simulaciones para encontrar la mejor manera de colocar y organizar los poros artificiales, de una manera que no bloquearan a los de la piel humana.
Finalmente, el grupo de expertos encontró que podía lograr sus objetivos de resistencia al sudor, flexibilidad y utilidad cortando delgados canales entre cada agujero del parche. Así, la ‘piel inteligente’ resulta como la piel humana: elástica, suave, y el sudor puede atravesarla.
