Los perros son criaturas extraordinarias: leales, amorosos, divertidos y una extraordinaria compañía. Sin embargo, en el renglón de la inteligencia, tememos contarles que tenemos MUY sobreestimados a nuestros amigos caninos.
De hecho, estudios recientes han demostrado que en el Reino Animal, el buen amigo perro cuenta con una inteligencia relativamente mediocre. De hecho, está demostrado que en habilidades específicas como el aprendizaje asociativo, la percepción y respuesta ante señales humanas y la capacidad olfativa, los canes tienen un desempeño de “media tabla” con respecto a otras especies.
Los expertos aseguran que esa percepción de que los perros cuentan con una inteligencia por encima del promedio dentro de las especies animales se debe a su domesticación y el hecho de que con frecuencia podemos ver los resultados del amaestramiento que varios de ellos experimentan y que se muestran en varios productos de entretenimiento masivo como programas de TV, series y películas.
También existen investigaciones que demuestran que las personas suelen calificar a sus perros mascota con puntajes para sus habilidades superiores a las que realmente tienen. Esto está relacionado también con el fenómeno psicológico conocido como “sesgo optimista”, en el que una persona tiene una opinión “inflada” de sí mismo; ¿qué tiene que ver esto con los perros? Pues que son criaturas tan integradas a nuestras vida, que es posible proyectar el mismo fenómeno en ellos.
Lo cierto es que en los estrictos hechos, los perros cuentan con habilidades mentales por debajo a las de los gatos, delfines, chimpancés y hasta de las palomas, entre otros.
Lo que es una verdad es que estos seres son realmente excepcionales y las personas que las adoptan como parte de su familia, no lo hacen primordialmente por su inteligencia, sino por sus cualidades afectivas, estas sí, de las mejores que se pueden encontrar en el Reino Animal.