Científicos de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign han desarrollado un parche electrónico libre de baterías a manera de un tatuaje temporal para el monitoreo de signos vitales. Este es alimentado de forma inalámbrica mediante teléfonos inteligentes.
Actualmente existen diversos gadgets para monitorear los signos vitales, sin embargo estos en su mayoría poseen componentes duros que tienen que ser atados en el cuerpo. Este parche cuenta con una electrónica estirable que puede ajustarse mejor sobre las personas, además de que no estarán limitadas por el tamaño y el peso de sus baterías, refieren los investigadores.
El dispositivo utiliza la comunicación de campo cercano (NFC), una tecnología de comunicación inalámbrica, de corto alcance y alta frecuencia que permite tanto el intercambio de datos entre dispositivos como abastecerlo de energía.
“La naturaleza libre de la batería de este parche hace que sea de cinco a 10 veces más delgado que aparatos comparables”, dijo John Rogers, responsable de la investigación.
Una vez alimentados de forma inalámbrica, los LED del dispositivo iluminan la piel. Parte de la luz es absorbida, mientras que la luz reflejada es recogida por los sensores de luz del parche. Entonces, el dispositivo transmite de forma inalámbrica los datos a un dispositivo externo. Un material sensible a la luz ultravioleta incrustado en el parche también puede medir la exposición a los rayos ultravioleta, y un sensor de calor integrado puede ayudar a medir la temperatura de la piel.
En experimentos con un pequeño grupo de voluntarios, los científicos descubrieron que podían usar el dispositivo para monitorear signos como la frecuencia cardiaca, los niveles de oxígeno en sangre, temperatura de la piel, exposición a la radiación ultravioleta puede indicar riesgo de quemaduras solares, los cambios de color de la piel que son útiles para detectar enfermedades tales como ictericia .
«Creemos que estos sistemas representan la próxima generación de tecnología portátil, donde los dispositivos delgados, similar a la piel pueden interactuar con el cuerpo para proporcionar datos clínicamente relevantes sobre el estado de salud«.
La distancia a la que estos dispositivos pueden ser alimentados por un teléfono inteligente es un par de centímetros, pero con los lectores de largo alcance, el rango es de hasta aproximadamente 1 metro. Una cualidad que por ejemplo permitiría montar un dispositivo debajo de un colchón en una cama de hospital.
Actualmente los científicos están probando estos dispositivos en estudios del sueño, con el objetivo de ampliar la gama de sensores en estas plataformas.